Los domingos por la tarde, un camión lleno de chirimoya sale de Stoneacres Farm, en el Cabo Oriental, para recorrer casi 900 km durante la noche y llegar al Mercado Municipal de Johannesburgo a primera hora de la mañana del lunes.
"Esperemos que para el miércoles se haya vendido", señala Alan Stone, productor de chirimoya y kiwi de Stoneacres, Stutterheim, una zona conocida por sus bosques y ovejas.
“Tiene una vida útil muy corta y su mercado es muy reducido. La comunidad portuguesa en Sudáfrica conoce la fruta, pero la demanda no está creciendo demasiado. No envío a Ciudad del Cabo porque hay uno o dos productores de chirimoya en el Cabo Occidental. Hago unos dieciséis envíos (cada uno de unos 800 kg) de chirimoya a Johannesburgo en un buen año, porque si enviase más chirimoya no se vendería".
Alan a veces envía a East London o Port Elizabeth, pero el 95% se dirige a Johannesburgo en cajas de 4 y 2 kg.
Las chirimoyas parecen romper todas las reglas del manual de producción de frutas comerciales: su período de floración es difícil de predecir; podría ser en noviembre, pero el año pasado fue febrero y marzo, con desastrosas consecuencias. Como resultado, es difícil para Alan predecir cuándo tendrá lista su cosecha, pero operar en una finca muy poco poblada le da margen de maniobra.
La chirimoya en Sudáfrica
El clima favorece o daña la fruta
"Es una planta problemática, y el desarrollo de la fruta es otro problema. La chirimoya es una planta muy primitiva con una flor muy poco atractiva. El primer día que se abre la flor es hembra y el segundo día es macho. Hay una superposición entre el estado hembra y macho, pero no se conoce un polinizador para la flor y todo depende de la temperatura y la humedad, que son críticas”.
El año pasado, sus fincas de chirimoya florecieron durante febrero y marzo, cuando las condiciones no eran adecuadas: las altas temperaturas fueron acompañadas de poca humedad y hubo muy poca producción de fruta. Por lo general, si florece en noviembre, después de su breve período caducifolio de primavera, la cosecha comienza en junio o julio y puede continuar hasta diciembre, aunque en ese momento hay mucha fruta de verano en las estanterías sudafricanas.
Genética de la chirimoya española
Alan produce chirimoya desde hace 15 años, y ha ido conociendo sus peculiaridades a medida que han ido surgiendo. Estaba buscando algo para complementar su finca de kiwi Hayward que data de 1992, cuando los precios eran muy altos "y todo el mundo plantaba kiwis", explica Alan.
Los kiwis requieren mucha mano de obra, la producción mundial ha aumentado y las importaciones de kiwi de países con producción subvencionada han tenido un impacto en los precios locales del kiwi.
El Consejo de Investigación Agrícola en Nelspruit probó las variedades españolas de chirimoya Jete, de las cuales Alan obtuvo su material vegetal. Al estar en una zona de gran altitud que experimenta heladas (Stutterheim está al lado de las montañas Amathole), estableció unas modestas dos hectáreas, suficientes para el mercado de Gauteng.
Finca de chirimoya en Stutterheim, Provincia Oriental del Cabo (foto por Stoneacres)
Actualmente alcanza alrededor de R70 (4,3 euros) por kilogramo en el mercado, menos la comisión del agente del 14%.
Desafortunadamente, en el Cabo Oriental también ha habido sequía. "La peor sequía que se recuerda", según expresa Alan, y señala que la fruta también es mucho más pequeña este año. Es una zona que recibe precipitaciones superiores a la media según los estándares sudafricanos, aproximadamente 800 mm, pero no ha llovido durante tres o cuatro meses. Las fincas de Stoneacres se riegan desde una presa que se llena por los manantiales.