“En el último tiempo, hemos aprendido muchísimo del kiwi, dónde se produce, los mejores sistemas de producción, adaptación, cuáles son sus zonas buenas, regulares y malas… A los negocios hay que saber aguantarlos, y a quienes perseveren les espera un gran futuro”. Estas fueron parte de las palabras del Ministro de Agricultura, Antonio Walker, en la celebración, en Curicó, de los 10 años de vida del Comité del Kiwi (CdK), evento en el que se dio a conocer una hoja de ruta para los próximos 5 años y cuyo propósito es contar con una industria sana económicamente y sustentable en el tiempo.
Las palabras del ministro están respaldadas por el hecho de que algunos de los huertos actuales tienen buenos niveles de producción, existiendo margen para seguir creciendo, con una labor del Comité del Kiwi que ha sido clave, “permitiendo mejorar mucho en la uniformidad, calidad y condiciones organolépticas del kiwi”. Resalta la unidad que existe en este sector entre Asoex (exportadores) y FedeFruta (productores), un trabajo conjunto que ha traído una serie de beneficios, entre otros, enfrentar de mejor manera los desafíos que presentan los mercados internacionales.
“Esta unidad que se ve reflejada en el Comité del Kiwi, ojalá se replicara en todas partes y todos los temas. En una de mis últimas giras a EE. UU. y Europa, principales mercados del kiwi, los recibidores me comentaban que había un antes y un después de este comité”, dice Walker, quien agrega que “hay muchas oportunidades en general para toda la fruticultura. Oportunidades en los 22 países de la Liga Árabe, y en la India con sus 1300 millones de habitantes; con ambos, podemos hacer algo parecido a lo realizado en China”.
Oportunidades e industria
Por su parte, Carlos Cruzat, presidente ejecutivo del CdK, señala que el kiwi puede constituir un gran negocio para Chile: China e India representan una oportunidad inmensa, donde comer sano es relevante para una juventud y clase media creciente; en Estados Unidos debemos darles a conocer nuestro producto y su condición de superalimento para que lo consuman de diversas formas; además, junto a Nueva Zelanda, somos los únicos del Hemisferio Sur que podemos ofrecer este producto –en determinada época del año– al demandante y poblado hemisferio norte.
Otro detalle no menor: los mismos compradores nos piden mejoras en el kiwi chileno, existiendo margen para alzas en el precio, asociado a una mejor calidad. Por esto, es muy factible contar con una industria sana económicamente y sustentable en el tiempo.
Por ello, las metas son ambiciosas: entre otras, recuperar huertos, producir en toda la superficie, realizar labores a tiempo (riego y raleo), mejoras en el suelo que permitan un desarrollo de calibre y una producción de buena calidad organoléptica. También se buscará la forma de hacer procesos más eficientes y baratos, y para ello, son claves los cambios en logística y postcosecha y en donde la investigación y desarrollo ha sido y será relevante.
Además, se ha planificado implementar una plataforma virtual interactiva que facilite la gestión predial de productores de kiwi por medio de información compartida que permita que le llegue la información al productor, contando con una especie de ‘Waze agrícola’. Trabajaremos en conjunto nuevas técnicas de inteligencia satelital y análisis espectral para mejorar la gestión de los predios permitiendo mantener la rentabilidad de la especie, entre otros.
“Esta es una oportunidad para proyectarse al futuro y avanzar en elevar y asegurar la competitividad del sector, producir bajo condiciones favorables para el medio ambiente y de forma socialmente responsable, y ofrecer al mundo una fruta consistente y de alta calidad”, añade Carlos Cruzat.
Además, Cruzat señaló que, si bien el productor y el exportador son los socios del Comité, esta cadena no llegará a ser exitosa y sustentable si no se considera también al consumidor como un socio estratégico y fundamental, el cual debe obtener un producto sabroso y de calidad.
Para más información: www.comitedelkiwi.cl