Con el aprovechamiento térmico de los envases de madera al final de su vida útil, se puede generar energía climáticamente neutral. En vista del aumento de los precios del petróleo, el gas y la electricidad, así como de los nuevos programas de subsidios del Gobierno alemán, al argumento medioambiental se le agrega un componente económico. "Cuando las empresas ahora cambian a la combustión de leña, no solo protegen el medio ambiente, sino que también pueden contar con considerables subsidios a través de los programas del banco alemán gubernamental de desarrollo KfW", explica Uwe Groll, director de la asociación GROW e.V., la asociación alemana para embalajes de madera respetuosos con el medio ambiente.
La asociación Grow e.V., representada por Alexander Engel, Uwe Groll, Joachim Engel y Franz Rebhan, en Fruit Logistica 2019.
Las cajas de frutas y hortalizas que ya no pueden usarse porque están demasiado contaminadas o defectuosas pueden y deben usarse para la recuperación energética. Así se convierten en 'envases de valor múltiple', en términos ecológicos y económicos. La combustión también resolvería el problema de la eliminación de residuos de madera, lo que ha incrementado la plaga del escolitino o escarabajo de la corteza en los últimos tiempos.
El punto de partida de esta evolución es, entre otras cosas, la política climática adoptada recientemente por el Gobierno Federal alemán. El Ministerio Federal de Economía ha decidido contrarrestar el aumento de las emisiones de CO2 por el procesamiento térmico con un programa de subsidios. Las empresas pueden solicitar subvenciones de hasta el 55% al construir instalaciones de combustión de madera. En vista de los costes de adquisición del material, el uso de madera usada es particularmente atractivo después de la construcción de la planta, ya que la quema de madera al final de su vida útil evita que se tale ni un solo árbol adicional.
Los políticos reaccionaron y añadieron la madera ‘al final de su vida útil’ de las categorías AI y AII como único residuo permitido a la lista de combustibles del programa de subsidios 295 de KfW. Por lo tanto, esta madera todavía se considera biomasa y puede quemarse en las plantas de calor de proceso subsidiadas. Estas plantas serán controladas rigurosamente en cuanto a sus emisiones de CO2 y, en términos de protección del medio ambiente, podrían reemplazar la combustión tradicional de gas y petróleo. La energía procedente de la combustión de la madera también puede generar energía para el enfriamiento, lo que también es bastante interesante para el sector.
Uwe Groll y Markus Benninger en el almacén de la empresa Benninger
A la hora de recoger la madera usada, GROW entra en juego. Sus empresas miembro producen cajas para las frutas y hortalizas, así como otros envases de madera que, si bien proporcionan el mejor microclima para el transporte de mercancías de origen vegetal, no tienen una vida útil ilimitada. Las cajas descartadas no se eliminan simplemente, sino que se transforman, por ejemplo, en aglomerado o se reciclan térmicamente.
Para optimizar estos procesos, aprovechar los programas de subsidio de KfW y ofrecer a las empresas soluciones apropiadas, GROW ha encontrado un socio de cooperación en la empresa Schmidmeier NaturEnergie GmbH, que se especializa en conceptos de energía para la industria.
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Uwe Groll
GROW GmbH
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