Observando las tendencias en el mercado de la manzana, llama la atención el hecho de que las variedades más nuevas introducidas en el norte de Europa sean principalmente rojas y bastante dulces. Según Johan Nicolai, se presta demasiada atención al color y al sabor y muy poco a la textura de la manzana. “Las manzanas que han aparecido en el mercado en los últimos años a menudo son manzanas duras con un sabor dulce y fresco. Por supuesto, no hay nada de malo en eso. Sin embargo, según nuestra experiencia, una manzana jugosa, no demasiado dura, con un bocado ligero es la más agradable de comer. El éxito de la manzana Honey Crisp en Estados Unidos es un ejemplo perfecto de cómo la textura puede hacer triunfar a una variedad. Es una manzana de sabor bastante neutral pero con una textura particularmente fina y ligeramente crujiente que te hace querer más”.
Vincent y Johan Nicolai en Fruit Attraction en Madrid
“Además de la textura de la manzana, el sabor y, por supuesto, el color también son muy importantes. Cuando vamos al supermercado, vemos una gran variedad de manzanas, en su mayoría de color rojo. Por supuesto se pueden encontrar las llamativas Granny Smith, pero el color predominante es el rojo. Por eso estamos desarrollando variedades con un color distintivo. A los consumidores debe quedarles claro qué manzana se llevaron la última vez, para que puedan elegir esta manzana nuevamente la próxima vez que compren”, dice Vincent, el hijo de Johan.
Gestión
“Si el sabor, la textura y el color son excelentes, pero la manzana no está bien gestionada, me temo que no funcionará correctamente. Por eso debe haber un buen concepto detrás de las manzanas que se comercializarán en los próximos años. También es importante que sea una variedad libre de riesgos, con la cual los productores tengan la menor cantidad de problemas posibles para poder enfocarse en la calidad de la manzana. Las cadenas cortas también se vuelven importantes, por lo que necesitamos variedades de alta calidad que sean locales, fáciles de producir y que terminen en perfectas condiciones en los estantes de los supermercados. Si el consumidor la compra y la calidad es estable en cuanto a textura y sabor, regresará a por más”.
Foco en la calidad
“Es muy importante que la calidad de la manzana sea constante. Tanto el obtentor como el productor deben estar constantemente centrados en el consumidor. No podemos permitirnos ofrecer una manzana de baja calidad; entonces el consumidor encontrará una alternativa mejor y no volverá. Centrarse en el consumidor en este mercado es mucho más importante que producir la mayor cantidad posible y correr el riesgo de ofrecer un producto de menor calidad”, concluyen Johan y Vincent.
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Johan y Vincent Nicolai
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