A finales de agosto se terminó una campaña de mora malísima en Zamora. "Cuando la mora está madura debe recolectarse, puesto que, si el fruto se moja con la lluvia, queda inservible. Los cambios climáticos con tormentas y lluvias en julio, así como vendavales, afectan a la mora que crece sin cubierta aunque esté en espaldera", explica Nuria Álvarez, promotora de Agroberry.
La campaña anterior había sido buena. Actualmente las plantas de zarzamoras plantadas en 2015 están a pleno rendimiento, ya que necesitan tres años.
De secano a regadío: 1 planta, 2 litros de agua, 3 meses de ciclo
Hija de agricultores, Nuria se fue al extranjero con la idea de no volver a su pueblo. Sin embargo, y a medida que pasaba el tiempo, un proyecto iba germinando. Sus contactos regulares con especialistas de los frutos rojos, como Juan Carlos García de SERIDA (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario), referencia nacional en el cultivo de berries y pionero mundial en la utilización del injerto en el arándano, nutrieron sus conocimientos en el sector.
También los amplios conocimientos de su padre en el sector agrícola la impulsaron a volver a su tierra pero con la idea de innovar con el cultivo de zarzamora. "Los cultivos de secano como el trigo y la cebada no eran opciones. Y dado que la zarzamora de Huelva se va al extranjero y cuando cierran sus invernaderos comienza aquí la campaña, me pareció la mejor opción".
"Solicitar los permisos para pozo de sondeo en un cultivo que necesita regadío en zona de secano fue dificultoso. Pero lo conseguí y una planta solo precisa dos litros de regadío por goteo para todo el ciclo de maduración, que es de tres meses".
La mora: alternativa a otros berries
De color oscuro intenso y brillante, sabor dulce, la mora cultivada es blanda pero sin las pepitas de las silvestres, y su calibre mucho mayor.
"Los berries ya han tenido su auge y modas en función de las tendencias de consumo: la fresa ya tiene un mercado copado, la frambuesa también, y el boom del arándano ya está acabando", afirma Nuria Álvarez. "Solo me quedaba la mora, que se importa de México y Chile, y la zarzamora, de poco consumo, pero en ligero aumento: un nicho de mercado".
"Como en muchos productos agrícolas, la mano de obra puntual no es fácil de encontrar y requiere un mínimo de conocimientos", explica Nuria Álvarez. La mora es de calibre grande y puede aparentar estar madura, pero no es así: "El color no es indicativo de madurez y puede inducir al error respecto a su momento de recolección. La recogida de la zarzamora es manual, debe hacerse todos los días y puede incluso madurar por horas", prosigue Nuria.
"Sobrevivir en el medio rural no es para cualquiera"
Otro freno para los pequeños agricultores españoles es que "las explotaciones agrarias no son fáciles. A pesar de lo que se quiere hacer creer, el relevo generacional no llega o viene con muchas trabas. Lo peor es que la burocracia no se agiliza. Sobrevivir en el medio rural en las condiciones actuales no lo puede hacer cualquiera. A menudo solo el hijo de agricultor sobrevive por conocer su dureza", afirma Nuria Álvarez.
"Así mismo, las exigencias de constancia y volúmenes bajo contrato con las cadenas no son viables en este tipo de cultivo. Por ello es importante centrarse en el mercado español de cercanía y diversificar para no perder fruta. Para ello Agroberry ha desarrollado una línea artesana con licores, mermeladas, bombones, miel, etc.".
"El impuesto debería ser para el contaminante y no el productor ecológico"
El cultivo de mora y zarzamora aplica los principios ecológicos poco frecuentes en los frutos rojos que son de producción hidropónica y bajo cubierta. El cultivo de zarzamora de Agroberry es 100% ecológico, pero obtener la certificación es precipitado y muy costoso. "Lo haremos en cuando hayamos alcanzado la totalidad de plantas".
"La certificación tiene un elevado coste para el pequeño productor, que somos la mayoría, Sin embargo, los contaminantes no pagan. En lugar de carga con impuestos a los productores ecológicos se debería hacer pagar a los que contaminan, poner impuestos a fincas contaminantes colindantes con producciones ecológicas o hacer pagar impuestos a los fitosanitarios".
"Los recursos son limitados, si seguimos por este camino ni el agua será potable. Las administraciones deberían abrir los ojos a la realidad y que pague quien contamine, no el que cuida la sostenibilidad”, alega la promotora de Agroberry.
"La sinergia entre otros productores es vital para el sector"
En diciembre, Agroberry participará en el diálogo entre emprendedores que se celebra en Bruselas, "Post 2020: Local Action in a Changing World". "Debemos compartir conocimientos para reforzarnos. Las sinergias son vitales para fomentar una agricultura sostenible".
Agroberry empezó en 2015 con 400 plantas. Su crecimiento ha sido progresivo, alcanzando las 1.800 plantas. En 2018 sus ventas crecieron un 15% y espera un mayor impacto una vez plantadas las 4.500 plantas previstas para la plena producción.
Los premios de Agroberry:
2016 Joven Agricultor Innovador
2017 EVA de la Asociación Zamorana de Mujeres Empresarias
2018 Ministerio de Agricultura
2018 Mejor Idea Rural Junta de Castilla y León
2018 Surcos (televisión regional)
2019 Rural inspiration award from European Network for Rural Development
Más información:
Nuria Álvarez Rodrigo, promotora
Agroberry
T +34 605 923 771
[email protected]
www.agroberry.es