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Injertar sandías a la inglesa evita enfermedades

Un nuevo estudio del Departamento de Horticultura de la Universidad Estatal de Washington ha descubierto que el injerto inglés ayuda a las sandías a resistir a las enfermedades.

Durante más de diez años, los productores de sandía de la cuenca del Columbia, en Washington, han luchado contra una enfermedad llamada verticilosis, causada por el hongo Verticillium dahliae.

Los hallazgos se han publicado recientemente en la American Society for Horticulture Science.

Durante décadas, el pesticida bromuro de metilo se ha usado para controlar enfermedades vegetales como la verticilosis. Este gas incoloro e inodoro se usaba para proteger los cultivos y los envíos, pero fue retirado en 2005 debido a sus efectos secundarios: la destrucción de la capa de ozono.

"Cuando se desautorizó el uso de bromuro de metilo, los agricultores ya no tuvieron acceso a él, por lo que tenían menos control sobre la propagación de la enfermedad", dice Carol Miles, directora interina del Centro de Investigación y Extensión del Noroeste de Washington en Mount Vernon, quien dirigió el estudio.

Miles comenzó a buscar respuestas. Se fijó en otros países que habían dejado de utilizar el bromuro de metilo una década antes que los Estados Unidos, preguntándose cómo hacían frente al problema.

"Lo que muchos de los productores de todo el mundo hacían era injertar", señala.

Miles y su equipo experimentaron con plantas de sandía injertadas y no injertadas. Los portainjertos sanos, resistentes al patógeno, son plantas de calabaza.

"El estudio reveló que podemos producir cultivos de sandía a partir de plantas injertadas mejores que con las plantas no injertadas cuando existe presión de enfermedades", explica.

Las plantas no injertadas murieron durante el estudio, pero las injertadas sobrevivieron gracias a unos portainjertos sanos.

"La fruta de la sandía injertada es igual de buena que la de las plantas injertadas, y en ocasiones mejor", asegura.

Miles dice que el estudio se aplica no solo a la supervivencia de las sandías, sino también de la agricultura.

El informe completo (en inglés) está disponible aquí.

Fecha de publicación: