El principal mercado de las naranjas chilenas es Estados Unidos, pues cerca del 15 por ciento de lo que se consume proviene del país sudamericano. La pandemia de COVID-19 ha beneficiado a empresas como Pangalillo, en el Vale de Mallarauco (cerca de la capital, Santiago), que vio un fuerte aumento de la demanda que hizo subir también los precios.
"La gente se ha dado cuenta de la importancia de una buena nutrición, y está consumiendo más naranjas, debido al alto contenido de vitamina C, que aumenta la inmunidad general del cuerpo, fortaleciéndolo contra las enfermedades. El consumo de naranjas este año ha sido un verdadero fenómeno a nivel mundial: se estima que aumentó entre un 38 y un 40 por ciento durante la pandemia", dice Crescente Molina, director general de Pangalillo.
Los precios se disparan con una gran demanda
Como las ventas en los retailers de Estados Unidos son muy altas, los precios aumentaron un 12 por ciento (inicialmente), pero se han incrementado hasta un 38 por ciento en 2020 en comparación con 2019. En los mercados libres, que reciben los productos de Pangalillo en Norteamérica, los precios varían entre 19 y 24 dólares por caja de 15 kilos.
Según Molina, la información que han dado los compradores de Estados Unidos es que se espera una demanda aún mayor de naranjas, que debería producirse entre los meses de septiembre y octubre de este año. La previsión es que la situación mantendrá los precios estables o incluso los incrementará aún más.
"Pero eso solo será bueno si somos capaces de mantener una buena oferta de naranjas, porque, de lo contrario, la gente intentará encontrar una fruta sustituta, como las mandarinas, por ejemplo. La buena noticia es que también tenemos suficientes cítricos para ofrecer a los mercados, ya que somos productores en una de las zonas más privilegiadas de Chile para plantar cítricos", agrega Molina.
El desafío de producir más
El mayor desafío ahora, según Molina, es mantener la alta demanda de naranjas y otros cítricos después de la pandemia, especialmente en los próximos años. "El objetivo es construir un mercado más estable, que proporcione un mayor beneficio económico a toda la cadena de producción".
Por otra parte, explica que, en lo que va de 2020, ha habido una disminución del 11% en el volumen de fruta chilena enviada a los Estados Unidos, en comparación con el mismo período del año anterior. "Eso se debe a que los productores norteamericanos han cosechado un 18 por ciento más de fruta esta temporada, lo que no es alarmante, considerando el aumento de la demanda de cítricos en Norteamérica".
El 56% de las naranjas que se consumen en el mercado norteamericano se producen en el país. Además de la participación chilena, todavía hay un 14 por ciento de México, un 11 por ciento de Marruecos y el resto de Sudáfrica. "Así que la principal competencia para el producto chileno proviene de esos países. Chile, a su vez, tiene mercados de consumo muy diversificados, recibiendo demanda de Ecuador y República Dominicana, entre otros países", expresa Molina.
Limón Eureka
"También estamos invirtiendo en el desarrollo del limón Eureka, que no tiene semillas, y su calidad es mucho mayor, con un 20% más de jugo. Somos la única empresa de Chile que produce esa variedad en el país. Estamos trabajando en asociación con Wonderful Citrus, una de las empresas más grandes de Estados Unidos, que ya ha plantado 1.900 hectáreas de limones sin semillas en el país y ha hecho importantes inversiones para introducir la variedad en el mercado norteamericano".
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Crescent Molina Sánchez
Pangalillo
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