La producción de guayaba brasileña es una de las mayores del mundo, y hay zonas privilegiadas que dan fruto durante todo el año, mediante técnicas de estimulación de los árboles con "poda total". Sin embargo, en los años más fríos del hemisferio sur, como 2019 y 2020, la guayaba atraviesa problemas de productividad, que se suman a las dificultades logísticas derivadas de la pandemia de COVID-19.
Inês Yumiko Sato Sasaki, gerente de ventas de COAC (Cooperativa Agroindustrial de Carlópolis), habla sobre el tema, pues ella misma es una de las 50 productoras de guayaba que se unieron a la cooperativa para optimizar los recursos y aumentar las ventas, especialmente en el extranjero.
Sasaki dice que actualmente las exportaciones se realizan a través de empresas comerciales, pero el objetivo es alcanzar un nivel de producción y precios que permita el envío directo a otros países. "Tenemos el potencial porque cosechamos casi toda la semana, solo el domingo y el viernes no cosechamos", explica la gerente de ventas de la COAC.
Inês Yumiko Sato Sasaki a la derecha
Las condiciones meteorológicas son es el principal desafío
"Sin embargo, este año tuvimos problemas de sequía y frío excesivo, con heladas que desbarataron completamente nuestro sistema de poda. Hemos escalonado la poda para producir todo el mes, todo el año. Pero ahora, debido a las heladas, la sequía y el frío (que comenzó a principios de año), la guayaba ha sufrido mucho y la producción no es la misma. Actualmente nos falta oferta para cumplir con los pedidos", expresa.
Explica que en el sistema de cooperativas se recogen las producciones de varios miembros, pero solo 12 tienen la certificación Global G.A.P. para exportar guayaba. Todos los productores están ubicados en el municipio de Carlópolis, en el estado de Paraná (sur de Brasil).
La pandemia ha obstaculizado las exportaciones
En cuanto a las ventas y la distribución, la pandemia ha restringido severamente la entrega de fruta a Europa, que es el mayor mercado exterior de COAC. Sasaki comenta: "Logísticamente, es un desafío enviar la guayaba porque el avión que la lleva es el mismo que trae la importación de otros artículos europeos a Brasil. Suele pasar que el vuelo se cancela, lo que se ha convertido en algo común desde marzo de este año".
Según Sasaki, la cooperativa envía actualmente alrededor de 1.000 kilos por semana, pero ese promedio era mucho más alto antes de la pandemia. En febrero, por ejemplo, cada semana se enviaron hasta dos aviones cargados con 2.000 kilos a Portugal, que distribuye el producto en toda Europa, especialmente a países como Holanda, Inglaterra y Suiza, entre otros.
La gerente revela que el próximo plan es comenzar a exportar guayaba brasileña a los Emiratos Árabes y Canadá, países con los que ya tiene negociaciones más avanzadas. El mercado externo obtiene mejores precios para el producto que el mercado interno, mientras que dentro de Brasil un kilo de guayaba se vende a un promedio de 0,28 dólares, los clientes de ultramar pagan hasta 0,85 dólares por un kilo de fruta.
Sasaki proyecta que el gran desafío para los productores es tratar de controlar la poda. "Nuestra producción ha estado muy fuera de control debido al tiempo, que ha dificultado la producción en nuestra zona, con falta de lluvia y un fuerte invierno. Tenemos que controlar el proceso de poda todos los meses para lograr una producción continua y que no falte producto. Después de estabilizar la producción, podremos ampliar las exportaciones", concluye.
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Inês Yumiko Sato Sasaki
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