Los especialistas en agricultura del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de los Estados Unidos, en Wilmington, detectaron recientemente dos plagas de insectos destructivos: Ochrostomus sp. en un envío de uvas brasileñas el 5 de octubre y Diaphania sp. en un envío de calabazas costarricenses el 7 de octubre.
Los puertos de Pensilvania, Delaware y Nueva Jersey ocupan el primer lugar en cuanto a la importación de 17 productos, entre los que se incluyen frutas y hortalizas populares como manzanas, aguacates, bananas, uvas, limones, naranjas y piñas de Centroamérica y Sudamérica.
Además, los puertos importan docenas de otros productos agrícolas, incluidas las calabazas. En conjunto, los especialistas en agricultura del CBP despachan más de 2,5 millones de toneladas de productos perecederos por un valor de unos 5.000 millones de dólares.
El impacto potencial de una plaga introducida en los Estados Unidos puede ser catastrófico. Por ejemplo, las especies invasoras causan 138.000 millones de dólares anuales en pérdidas económicas y ambientales en los Estados Unidos, incluidas las pérdidas de rendimiento y calidad del sector agrícola estadounidense.
Delawarebusinessnow.com explica cómo, con el fin de combatir las amenazas que plantean los insectos y las malezas invasoras, el CBP colabora con socios del sector, como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), importadores, transportistas, operadores de terminales, empresas navieras y agentes de aduanas para aplicar estrategias de mitigación innovadoras que mejoren la eficiencia de las importaciones y, al mismo tiempo, refuercen las medidas de seguridad.