Existe un pequeño tomate verde y peludo que crece en una planta de tomate silvestre. No parece muy impresionante y fácilmente puede pasarse por alto. Sin embargo, se trata de una planta de tomate que podría cambiarlo todo y salvar al sector. En ese tomate, los investigadores de Enza Zaden descubrieron un gen con altos niveles de resistencia contra el ToBRFV, un virus que lleva tiempo amenazando a la cadena de valor mundial de los tomates. Recientemente, la empresa ha compartido más información sobre la resistencia que será introducida en muchas más variedades de tomate en el próximo período.
Diferencia entre un cultivo infectado y uno protegido
Han pasado seis años desde que un nuevo virus apareció en el sector internacional del tomate. El ToBRFV fue descubierto por primera vez en Israel y se extendió rápidamente a Oriente Medio. En este momento, los productores de todo el mundo tienen que lidiar con los efectos del virus, ya sea por la infección, que desemboca en menores rendimientos, frutas dañadas, pérdida completa de la cosecha, suelos contaminados e inútiles para el cultivo del tomate, o por las extensas medidas de higiene y las estrictas normas de importación establecidas para proteger a los países y a las empresas de la infección.
Tobamovirus
Poco después del descubrimiento del virus también se descubrió que el ToBRFV es un tobamovirus, lo que significa que es muy estable y puede sobrevivir durante mucho tiempo. "Muchos años incluso, en el suelo", dice Sergio de la Fuente van Bentem, investigador de patología vegetal de Enza Zaden, añadiendo que también las partículas del virus son casi imposibles de matar. "Solo los mejores desinfectantes pueden hacerlo, pero lo principal es la protección: deshacerse de todas las partes infectadas del cultivo y destruirlo completamente, ya que el virus puede propagarse a través de las semillas, que es como suponemos que se ha propagado rápidamente por todo el mundo, pero también a través del agua de riego, los polinizadores y los trabajadores que cortan o podan y propagan el virus de planta en planta". Además está la propagación a través de los propios frutos y a través de otros cultivos como el tabaco, una planta que también se ve afectada por el virus.
El sector se ha visto amenazado por otros tobamovirus en el pasado, pero gracias a las resistencias Tm-2 y Tm-2², tuvo una cosecha libre de virus durante casi 55 años, es decir, hasta que el ToBRFV llegó y terminó con dichas resistencias.
Planta de tomate silvestre
Las investigaciones de Enza Zaden presentan un gen que proporciona una alta resistencia al virus de rápida propagación en todo el mundo. Tras el descubrimiento del virus en 2014, el equipo de la empresa de reproducción actuó rápidamente y comenzó a investigar para encontrar una solución. Después de extensas pruebas en el banco de genes de Enza Zaden, se encontró un código que contenían algunas plantas resistentes, y otras pruebas más dieron como resultado el hallazgo de una planta de tomate silvestre que producía frutos pequeños, verdes y peludos.
"Encontrar la resistencia es una cosa, pero obtenerla y aprender más sobre ella es un trabajo complicado y también consume mucho tiempo", explica Kees Konst, director de Investigación de Cultivos de Tomate. Afortunadamente, también tuvieron suerte, pues la investigación del ADN de los genes mostró que era un solo gen el responsable de la resistencia y también resultó ser un gen totalmente dominante, lo que significa que solo tiene que estar en una de las dos líneas parentales para asegurar un híbrido F1 resistente. El hallazgo de un marcador molecular aumentó la velocidad de reproducción y los investigadores han podido introducirlo en las plantas cultivadas, algo que llevó muchos años, ya que tuvieron que cruzarlo con otras variedades de tomate manteniendo el gen.
"Es como encontrar una aguja en un pajar, seguido de un duro trabajo para introducirla en nuestras líneas", resume Kees. Pero los resultados podrían cambiar el mundo, ya que los numerosos experimentos muestran que la resistencia es tan fuerte que las plantas no solo están libres de síntomas, sino también del propio virus, como se demostró con un método de PCR. Las pruebas de campo realizadas en Jordania e incluso la infección manual con el virus no dieron como resultado plantas infectadas. "Lo que significa que con la resistencia HR podemos erradicar el virus de los cultivos de tomate".
Resistencia alta en lugar de intermedia
Antes de que el gen específico apareciera, el equipo encontró también genes con niveles intermedios de resistencia, que podrían dar lugar a una variedad con ese tipo de resistencia contra el ToBRFV. "Con una resistencia intermedia, el virus puede mantenerse y seguirá infectando cultivos, tanto profesionales como de pequeños agricultores que trabajan con variedades especiales que a menudo son sensibles a los virus. Una resistencia intermedia retrasará los síntomas, pero no detendrá la propagación. Solo con una HR adecuada, podemos erradicar el virus y olvidarnos de todas las normas que hemos estado aplicando sobre las semillas y de los riesgos de los controles y bloqueos transfronterizos".
"La única forma de deshacerse del virus es la resistencia HR", continúa Prudencio Olivares, algo que como director de ventas sabe muy bien. "Hemos visto la seria amenaza que supone el ToBRFV para toda la cadena del tomate e incluso creemos que la lista de países en los que se encuentra es demasiado corta y que se desconoce su propagación real, ya que las técnicas de detección molecular necesarias para identificar el virus no se aplican en todas partes, lo que hace que algunos países no puedan identificar el virus".
Foto del equipo obtentor de tomates
Línea temporal
Ahora que se ha descubierto el gen, la primero que hay que preguntarse es cuándo. ¿Cuándo podrán los productores producir las variedades con resistencia HR al ToBRFV en sus invernaderos? No se puede dar una fecha exacta, según el equipo de Enza Zaden, ya que todavía es un proceso que lleva mucho tiempo. Pero están llegando los primeros híbridos HR. "Empezaremos a planear ensayos de investigación con pequeñas cantidades de plantas e intentaremos acelerar su llegada al mercado, pero las variedades que ofrezcamos tienen que satisfacer las necesidades del mercado también". Tras un análisis de las amenazas, se han centrado en varios mercados claves para ayudar en primer lugar a Oriente Medio, donde todo comenzó; el mercado europeo, porque hay mucho comercio transfronterizo, y el mercado mexicano, ya que también afecta a los EE. UU.
"Pero creemos que el virus se extenderá, así que no nos olvidaremos de otros mercados", dicen los investigadores, añadiendo que la resistencia que han encontrado parece ser una resistencia a diferentes aislamientos de ToBRFV encontrados en todo el mundo, y también explican que ofrecerán una amplia gama de materiales para diferentes tipos de tomate. "Tomates de tamaño pequeño, tomates pera y tomates pera mini, tomates beefsteak, etc.", comparte Kees.
Además, y gracias a la colaboración de las empresas de mejora a través de la plataforma internacional de licencias, otros reproductores también podrán tener acceso a la resistencia.