La pandemia debería haber impulsado la demanda de cítricos, pero el consumo es lento. Las temperaturas suaves y la incertidumbre comercial están poniendo a prueba a los agricultores de la provincia de Tarento. Un productor de Massafra (uno de los ocho municipios de Tarento dentro de la IGP) informa: "Los precios están por debajo de los costes de producción. Hablamos de 0,15 €/kg. Nos arriesgamos a dejar el producto en los árboles".
"La situación es similar a la de hace dos años, cuando la venta a pérdidas de las clementinas hizo que muchos productores cortaran sus árboles. Este año hay buenos productos disponibles con calibres por encima de 5 en la mayoría de los casos. Las temperaturas, por encima de la media, han retrasado la maduración unos 20 días, por lo que el color se está empezando a homogenizar ahora".
"Los compradores de adquieren en bloques empiezan a preocuparse y ya no estipulan más contratos, pues la pandemia está creando mucha incertidumbre en el nivel comercial. No saben si y a cuánto venderán el producto que ya han comprado, a los que hay que sumar los costes de mano de obra, transporte, procesamiento y envío".
En una nota de Coldiretti Taranto, el presidente Alfonso Cavallo indica que "el primer confinamiento coincidió con el cierre de la campaña 2019/20, mientras que la segunda ola ha comenzado durante la campaña 2020/21, lo que ha provocado un consumo lento y unos precios bajos, con clementinas por 30 céntimos de euro el kilo en los campos, 15 de los cuales se pagan para la cosecha. Los resultados económicos son dramáticos".
Vito Rubino y Pietro De Padova, respectivamente director presidente de la asociación Cia agricoltori italiani Area "Due Mari" (Tarento-Bríndisi), explican: "A esta dramática situación provocada por unas condiciones meteorológicas inesperadas debemos sumar otros factores que continúan determinando la crisis actual del sector citrícola en nuestra zona y en toda Italia, que son predecibles porque se llevan arrastrando desde hace años. Hablamos de los problemas estructurales que afectan al sector, vinculados con el hecho de que los productores son pequeños y fragmentados, y de que la red comercial está compuesta por pequeños operadores con muy pocas organizaciones de productores que a menudo compiten entre sí".
"Necesitamos una gran reforma varietal que implique toda la cadena para ampliar la oferta, tener menos concentración de producto en el mercado en esta época, reforzar los centros de I+D y firmar acuerdos con organismos extranjeros para la multiplicación de nuevas variedades patentadas. La asociación quiere reunirse con la región y el ministerio para lanzar una campaña extraordinaria para impulsar el consumo de las clementinas de calibre pequeño".