"La producción de clementinas se ha visto muy afectada por la sequía de agosto, que ha dado lugar a calibres medianos-pequeños y un excedente productivo difícilmente colocable en el mercado en fresco. Las lluvias de estos días –no ha habido tormentas ni inundaciones de campos de cítricos– han sido beneficiosas para los árboles, estresados por la sequía, pero también han derivado en una sobrecarga excepcional de fruta. Las clementinas de calibres grandes todavía presentan precios elevados, vistos también los costes altos de producción, en términos de experiencia, intervenciones agronómicas específicas, certificaciones y elevada especialización en el campo", declara Antonio Forcina, propietario, junto con su hijo Primo, de La Forcina Antonio, empresa situada en Fondi, provincia de Latina.
La empresa comercializa una gama de productos hortofrutícolas extremadamente amplia, con un volumen de más de 15.000 toneladas. En el surtido figuran: clementinas, naranjas Navel y Tarocco, mandarinas Miyagawa, limones, brócoli romanesco, coliflor, cerezas, albaricoques, fresas, caquis, manzanas Annurca, nectarinas, melocotones y ciruelas.
El almacén ocupa 7.000 metros cuadrados, de los cuales 3.000 están cubiertos y 3.000 al descubierto; cuenta con unos 50 trabajadores especializados y está equipado con vehículos propios para el transporte de los productos. Una vez el producto llega al almacén, se somete a una cuidadosa manipulación artesanal de selección, lavado, calibrado y envasado de las varias tipologías.
Si bien el mercado de las poquísimas clementinas de calibre grande y de calidad está animado –también porque atrae a una sección de consumidores dispuestos a pagar precios más altos–, en general no hay demanda suficiente, a causa de una serie de motivos: en primer lugar, el consumo de cítricos corre paralelo a las temperaturas, que deben ser bajos para estimular el consumo: en segundo lugar, no se ha registrado –cosa que se esperaban los productores– la elevada demanda de cítricos de la primera fase de la pandemia.
La empresa comercializa, con una cierta continuidad entre las variedades precoces y tardías, clementinas de Calabria (Corigliano Calabro) y Apulia (Palagiano). La campaña comenzó hace ya un par de semanas con las clásicas clementinas Comune y acabará a mediados de enero cuando esté en plena campaña la Hernandina, un cultivar tardío muy apreciado por los consumidores.
En estos momentos, la excesiva producción de clementinas ha provocado una caída de los precios en el campo, con cotizaciones, para la fruta de calibre medio, de entre 0,60 y 0,70 euros el kilo.
"Será difícil colocar en el mercado el producto de calibre pequeño. Se trata de un problema que conocemos bien, porque se presentó en mayo con la comercialización de las primeras nectarinas italianas. La consecuencia es que estamos viendo una desaceleración también de las ventas en el extranjero. En el caso actual de las clementinas, la situación se ha agravado con la llegada de producto extranjero, en particular de Grecia y Turquía, por no hablar de España, que en términos de volúmenes y precios domina el mercado de los cítricos. Naturalmente, el consumo también se ve frenado por el cierre del canal horeca y de los comedores escolares", concluye Primo Forcina, propietario y responsable comercial de La Forcina Antonio.
Más información:
La Forcina Antonio
Via della Torre, 91
Fondi (LT) - Italia
Tel.: (+39) 0771 513800
Móvil: (+39) 335 7730696
Email: [email protected]
Web: www.antonioforcina.it