El mercado del melón ha sido francamente malo en las últimas semanas en Países Bajos, pero desde hace quince días la demanda de la mayoría de las variedades ha comenzado a repuntar.
"Los bajos precios se debieron en parte a que los brasileños habían enviado grandes volúmenes. Afortunadamente, muchos importadores cancelaron varios pedidos debido a las bajas cotizaciones, por lo que el precio ha podido subir a un nivel más decente", señala Bertus Schipper, de la empresa holandesa Zoutewelle.
"Los melones son, especialmente en esta época del año, un artículo típico del canal horeca. Con el cierre de la hostelería, las ventas se han resentido mucho. Con estas temperaturas otoñales, es difícil que el consumidor medio vaya al supermercado a por un melón".
"Ahora se vuelven a planificar promociones en los supermercados, principalmente para los melones amarillos, y el mercado va dando pasos en la dirección correcta. Los precios de los melones amarillos, de alrededor de 8,50 euros por 10 kg, son incluso más que decentes. Las sandías venían de un nivel de precios de 40 céntimos y ahora se encuentran a alrededor de 65 céntimos. Los Piel de Sapo también han mejorado elevándose hasta los 75 céntimos el kilo. Solo los melones Cantaloupe y Galia se han quedado por detrás. Todavía hay bastantes en el mercado y su precio se mantiene estancado en torno a los 5 euros los 5 kilos", dice Bertus.
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Bertus Schipper
Zoutewelle
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