En un año normal, la demanda de fresas ya se habría incrementado y se habría mantenido alta hasta el final de las Navidades. Este año, sin embargo, la restauración y la pastelería no están trabajando a máxima capacidad por el confinamiento, lo cual está provocando problemas a un producto que no es precisamente una necesidad en esta época del año.
Fresas en el puesto de Biondi Giulio
"En diciembre, las fresas las compran sobre todo los restaurantes y las pastelerías. No muchos consumidores las compran en las tiendas o en los supermercados", explican desde el puesto de Biondi Giulio en el mercado mayorista de Cesena.
Las fresas se venden en cajas de 2 kilos a un precio que varía entre 5 y 7 euros el kilo, según su origen. "La demanda de las pastelerías locales era buena en general en esta época del año, pero ha caído a causa de la COVID-19. Es cierto que algunos negocios están abiertos al público, al menos en las zonas amarillas [aquellas menos afectadas por la epidemia], pero están vendiendo menos de lo normal de todos modos".
"No se trata de un problema de precios, pues es la demanda lo que falta. Aunque se vendiera a la mitad de precio, se quedaría sin vender mucho producto".