"La crisis del coronavirus está causando mucha miseria, pero por otro lado también ha generado un aumento exponencial de la conciencia sobre el medio ambiente, el consumo, las emisiones de CO₂ y nuestra propia huella de carbono", dice Wim Apeldoorn, director general del fabricante de envases holandés Fonkels. "No solo entre los propios consumidores, sino también entre las empresas, ha despertado la conciencia de que todos tenemos un impacto en nuestro entorno. Esta idea también se refleja cada vez más en el sector del embalaje, donde si bien sigue habiendo disponibilidad de envases con el plástico más barato, también hay soluciones con cartón 100% reciclado y los conceptos como Planet Proof o 'biodegradable' son cada vez más importantes".
¿Cómo determina una empresa o el consumidor si el embalaje es realmente sostenible?
"La huella de CO₂ de los envases está determinada en gran medida por la materia prima. Por ejemplo, un material 'virgen' como base tiene una huella de carbono más alta que el material reciclado", dice Apeldoorn. "Nuestro desarrollo de envases siempre parte de los requisitos del cliente. Pero si es posible, preferimos utilizar cartón reciclado como material base, por supuesto sin añadir plástico, ya que siempre pensamos en el siguiente paso de la cadena, es decir, en el reciclaje de los residuos. Aunque existen diferencias significativas entre los procesadores de residuos en la forma en que los recogen y los procesan, todos prefieren recibir monomateriales".
"El cartón limpio puede formar la base para nuevos envases", continúa Apeldoorn. "Las tazas de café de cartón con una capa de PE o PLA pueden reciclarse o compostarse en teoría, pero esto rara vez ocurre en la práctica. Los costes de separar el plástico del cartón son desorbitados, lo que no lo hace rentable económicamente. El compostaje a menudo también es posible en teoría, pero en la práctica muchos plásticos bío no son compostables. El cartón es un material poroso, por lo que a veces no se puede evitar agregar una barrera adicional. Pero también para este tipo de aplicaciones, siempre partimos del concepto del monomaterial, como con nuestro vaso para beber Pop-Up Cup. Es un vaso de cartón con una bolsita de plástico muy fina que se puede retirar fácilmente del cartón, lo cual crea de nuevo dos monomateriales".
Compostaje vs. reciclaje
Hay muchas opiniones diferentes sobre si es mejor compostar o reciclar los desechos. En 2019, se recicló el 72% de todo el papel y cartón en Europa. En promedio, el cartón se puede reciclar 8 veces, hasta que llegado un punto tenga fibras demasiado cortas y termine formando parte de un cartón para huevos, entre otras cosas. Esto hace que el cartón reciclado sea una excelente materia prima para el embalaje. El compostaje se divide en compostables industriales y compostables domésticos. Cuando un material es compostable, esto significa que el material puede degradarse al menos en un 90% en una instalación de compostaje industrial en 6 semanas. En tal caso, cumple con la norma EN 13432 para materiales compostables y, por lo tanto, se puede llamar compostable. No obstante, las diferencias entre los procesadores de residuos en cuanto a la recolección y el procesamiento son tan grandes que, como se ha indicado, muchas veces en teoría se podrían procesar los residuos, pero a menudo no sucede. Entonces, la alternativa es quemar material con alto contenido calórico. Nuestro enfoque es siempre el reciclaje, ya que no es el final de la vida de un material, sino un nuevo comienzo. Así es como, a largo plazo, intentamos que nuestros envases tengan las emisiones de CO₂ más bajas", concluye Wim Apeldoorn.
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Wim Apeldoorn
Fonkels
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