El suministro de bananas de los países tradicionales de origen sigue siendo limitado.
Andy Thomas-Stivalet, de Kadivac Produce, estima que el 15-20 por ciento de la oferta semanal total para los Estados Unidos se ha visto alterada debido a las pérdidas en Honduras y Guatemala después de los huracanes, incluidos Eta y Iota, que azotaron la región el pasado noviembre.
"Las tres grandes compañías han encontrado zonas de las que obtener fruta y están satisfaciendo la demanda, pero sus costes han subido, así que hemos visto un gran cambio en el precio a lo largo del año", dice Thomas-Stivalet, que añade que también llega suministro de Costa Rica, Ecuador, Colombia y México. "Todos intentan conseguir fruta mexicana porque el trayecto hasta el mercado es corto y los costes logísticos son bajos. Intentan asegurarse contratos duraderos para bananas ecológicas y convencionales".
Recuperación regional
En cuanto a Honduras y Guatemala, aunque continúan teniendo oferta, Thomas-Stivalet señala que la recuperación de los cultivos en esos países podría llevar al menos dos año, si no más. "No estoy seguro de que tengan los medios económicos para replantar esas fincas porque los gastos de capital son enormes. Son cientos de millones de dólares los que hay que invertir en la replantación de estas zonas y no creo que vaya a ser pronto, sobre todo con el precio de las bananas", expresa.
El precio puede ser un tema conflictivo para los que trabajan con bananas. "Uno de los mayores problemas que tenemos es la obsesión del retail con usar las bananas como producto reclamo. Al final, la gente se va a dar cuenta de que no van a poder seguir explotando a los productores y cultivadores de bananas como se ha estado haciendo durante años. Ese podría ser un tema sensible para la gente", afirma Thomas-Stivalet.
A su vez, aunque el consumo de bananas per cápita en Estados Unidos y Canadá es elevado, México podría presentar una nueva oportunidad. "El consumo per cápita en México es muy bajo, así que ese podría ser un mercado que podría ver un cambio en la demanda interna, aunque creo que es a largo plazo", continúa Thomas-Stivalet. "Dicho esto, la nueva administración mexicana está prestando gran atención a la obesidad infantil y haciendo muchas campañas nutricionales para que ocurra más pronto que tarde".
Demanda constante
En cuanto a la demanda, actualmente es estable. "Con la COVID-19, hubo un periodo extraño a mediados del año pasado en el que la demanda del canal horeca disminuyó, pero la gran distribución tomó el relevo. Se reequilibró", dice Thomas-Stivalet. "Y en verano y otoño, la demanda fue un 90 por ciento de lo que suele ser, pero parece que se ha equilibrado más recientemente y la demanda ha vuelto a la normalidad".
A su vez, el precio de las bananas es significativamente mayor. "Estamos viendo una diferencia de precios spot de un 50-55 por ciento con respecto al año pasado", dice Thomas-Stivalet. "Creo que vamos a ver unos precios altos en un futuro próximo y ya veremos qué zonas pueden dar un paso adelante para incrementar la producción. Si el precio se mantiene alto durante un tiempo o sube, va a ser más viable económicamente que los cultivadores de banana planten más. Y esa situación no es así desde hace un tiempo. Pero creo que esos precios han llegado para quedarse y mucha gente en el lado de la compra no se ha dado cuenta realmente".
Para más información
Andy Thomas-Stivalet
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