Un gran aroma y un sabor intenso es lo que necesitan ofrecer las fresas para tener éxito en los países más exigentes. Por eso la investigación se centra en estas características.
CRAPO 135
Así lo confirmó también el presidente de Crea, Carlo Gaudio, durante el Simposio de la Fresa. Una nueva variedad que presenta estas cualidades organolépticas es la CRAPO 135, una variedad de temporada media-tardía que madura 7-8 días más tarde que la variedad Garda cultivada en la zona de Verona, por lo que es adecuada para las zonas más frías. Las plantas tienen un gran vigor y una productividad media-alta tanto en otoño como en primavera. La pulpa del fruto es bastante firme, muy dulce y aromática, con un olor que recuerda al de la fresa silvestre.
Se caracteriza por un fuerte aroma y una gran firmeza. Estos rasgos son notoriamente difíciles de combinar, pero Crea está logrando obtener nuevo material genético con dichas características, además de una buena vida útil.
En cuanto a la producción nacional, los últimos datos para 2021 apuntan a una superficie de 3.900 hectáreas dedicadas a cultivos especializados, y un aumento del 9% respecto al año pasado (3.640 hectáreas). Esta estimación tiene en cuenta tanto los invernaderos como las explotaciones a campo abierto (CSO Italia). La distribución geográfica refleja un aumento en el sur de Italia de 2.000 a 2.500 hectáreas en los últimos 10 años, lo que representa alrededor del 65% de la superficie total cultivada. Esto contrasta con el norte de Italia, que ha pasado de 1.100 a 900 hectáreas en el mismo periodo.
Según los datos del ISTAT, el volumen de fresas cultivadas en invernadero en 2019 ascendió a 94.247 toneladas. Desde el año 2000, la producción total de fresas en Italia ha disminuido. Durante este tiempo, se han podido observar dos tendencias. La producción en invernaderos ha crecido en promedio desde el comienzo del milenio, mientras que la del campo abierto registró una fuerte reducción a principios de la década de 2000, con una caída constante del rendimiento.