La temporada de melones de este año en Costa Rica terminará, según lo previsto, en la semana 19 con las sandías sin pepitas y varias variedades de minisandías. A continuación llegarán al mercado los últimos melones Galia (semana 20) y los melones Cantalupo o amarillos (semana 21-22), informa Rolf Weber, director general de Global Producers.
Desde el inicio de las exportaciones en la segunda semana hasta el final de la temporada los precios medios han sido más altos que en años anteriores. Además, el tipo de cambio del dólar es un 8-10% más favorable que el año pasado, señala. "Por lo tanto, a pesar de los costes significativamente más altos, la temporada de melones de este año ha sido un éxito económico y financiero", concluye Weber.
Rolf Weber en un campo de melones
Las temperaturas nocturnas en la región productora de melones del Pacífico han sido de 2 a 3 grados más bajas de lo habitual desde octubre hasta ahora, y demasiado frías para una producción media, afirma. "Por lo tanto, el rendimiento ha sido más o menos el mismo que en años anteriores, pero los calibres no se han desarrollado como se esperaba. Debido al menor peso de la fruta, la productividad por hectárea ha sido un 20-30% menor. Además, el mayor porcentaje de frutos más pequeños conlleva dificultades en su comercialización".
La finca de melones amarillos Cabo Blanco, justo a las orillas del océano Pacífico, durante la plantación.
Desarrollo avanzado de variedades y tecnología de cultivo
El importador de fruta afirma que las variedades nuevas, con sus resistencias, y el uso orientado de productos fitosanitarios mediante tecnología de drones han dado como resultado una temporada con frutos de primera clase y sin problemas de calidad. "Los problemas causados por la COVID en las explotaciones y en los centros de envasado también han sido limitados y controlables, y no han provocado problemas significativos en las exportaciones. No obstante, se han producido costes adicionales debido a las medidas y precauciones adoptadas".
Uso y pulverización de productos fitosanitarios con tecnología de drones.
La mala calidad del servicio de algunas navieras, así como los problemas en los puertos, que han sido continuos durante meses, han hecho que esta temporada sea más difícil y costosa. "Sin embargo, podemos estar agradecidos por que no se hayan importado volúmenes regulares de melón, dado el rendimiento medio por hectárea en Europa; de lo contrario, no se habrían alcanzado esos precios más altos", explica Weber.
"Menos es más"
"En los últimos años, empezando por Brasil y terminando por Centroamérica, se han importado volúmenes de melón demasiado grandes, por lo que el mercado y los precios en general se han visto sometidos a una presión desproporcionada y no se han obtenido resultados económicos satisfactorios. En el futuro, quizás debamos proceder según el dicho de que menos es más".
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Rolf Weber
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