En el Knoblauchsland de Núremberg, la cosecha de los cultivos de invernadero está en pleno apogeo. Toneladas de tomates, pepinos y otros productos llegan al mercado cada semana. "Tanto la cosecha como la comercialización se están desarrollando más o menos según lo previsto", afirma Peter Völkel, propietario de la explotación hortícola del mismo nombre, que comercializa sus tomates y (mini)pepinos tanto a través de Franken Gemüse como por su cuenta.
Hace poco se cosecharon los primeros tomates normales y en rama de la finca. "Los tomates se suelen plantar en las semanas 3 y 4 y están listos para la cosecha unas 12-13 semanas después. Los primeros lotes de este año los pusimos en el mercado en la semana 15, más o menos como el año pasado".
En la actualidad, la familia Völkel gestiona cultivos protegidos en el corazón del "país del ajo" en un total de 24.500 metros cuadrados. "Ahora mismo estamos cosechando entre 15 y 20 toneladas de minipepinos cada semana, además de entre 10 y 15 toneladas de tomates".
Los precios de los pepinos, al nivel del año pasado
La cosecha de pepinos, en cambio, comienza casi dos meses antes. "A finales de febrero pudimos cosechar los primeros mini pepinos de la temporada de este año. En cuanto a los precios, este año están más o menos al nivel del año pasado", comenta Völkel. Los productos alemanes siguen siendo muy demandados por los consumidores. "Hasta hace unos 5 o 6 años, el interés por lo regional era propio sobre todo de Baviera, pero todas las explotaciones han crecido, por lo que este interés se ha estado expandiendo al resto del sur de Alemania, y en los próximos años lo hará a toda Alemania", afirma.
La familia Völkel, dedicada a la agricultura
Impuesto al CO₂
A pesar de los problemas provocados por el coronavirus y los retos habituales que implica el cultivo en invernadero, Völkel es optimista sobre el futuro. "Estamos bien posicionados con nuestro programa de variedades en ambos cultivos. Claramente, el nuevo impuesto al CO₂ nos afecta igual que a otros productores. Los precios de las hortalizas van a subir en los próximos años", continúa. "Todavía tenemos suficientes existencias de fertilizantes y materiales de embalaje. A estas alturas, sus precios ya podían haber sido un 20% más caros".
Sin embargo, Völkel afirma que el impacto de la nueva normativa no se notará hasta el año que viene. "Sencillamente, nos hemos propuesto implantar la sostenibilidad en nuestras operaciones diarias de forma significativa. Con la adquisición de una unidad de cogeneración, podemos reducir los costes de electricidad y generar calor al mismo tiempo, utilizando así nuestras instalaciones de la forma más eficiente posible".
Una reconversión general de la explotación también sería una buena opción. "Los minipepinos son la base de nuestro negocio, pero añadiríamos nuevos cultivos (como tomates cocktail, pimientos o berenjena) al programa y construiríamos nuevos invernaderos según las necesidades que surjan. Por eso ahora buscamos un nuevo espacio, para poder ampliar nuestra variedad de productos".
Para más información:
Völkel Gemüsebau
Peter Völkel
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90427 Núremberg
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