La mayor parte de la fruta que se vende en Singapur se importa desde América del Norte y el sudeste asiático. La fruta generalmente se transporta a granel y luego se empaqueta en Singapur para cumplir con los requisitos de los retailers locales.
Los envases termosellados se ven a menudo en los supermercados europeos y norteamericanos, pero este tipo de embalaje no es muy común en Singapur. "En Singapur, la fruta se envasa principalmente en cajas o bolsas de plástico", dice Tan Yong Ming, de la empresa singapurense Eastern Green Marketing Pte Ltd, especializada en la fabricación de envases a medida para el retail. "Esto se debe a que el mercado asiático es bastante conservador y las empresas tardan en adoptar nuevos métodos de envasado. Además, utilizan mucho plástico. En los últimos años, sin embargo, varios retailers han adoptado una actitud empresarial más respetuosa con el medio ambiente. Algunos de nuestros clientes están buscando activamente soluciones de embalaje no solo eficientes, sino también respetuosas con el medio ambiente".
Tan explica que la empresa está desarrollando envases más sostenibles sin renunciar a la eficiencia en cuanto a la protección de la fruta. Por ello, Eastern Green compró equipos de envasado Proseal en el año 2016, con el afán de convertirse en el proveedor líder de soluciones de envasado sostenibles en el mercado singapurense.
La línea de producción, que también cuenta con un detector de metales y un equipo de etiquetado, tiene una capacidad de 2.000 cajas por hora.
"El uso de esta línea reduce en gran medida la cantidad de material de envasado y hace más sostenibles nuestras soluciones de embalaje. Desde cajas de tapa abatible y bolsas hasta cajas termoselladas, esta línea de producción reduce el consumo de recursos en un 45%. Además, la línea de producción de envases termosellados nos permite una gran flexibilidad, ya que podemos envasar frutas y hortalizas en una amplia gama de soluciones de envasado según los requisitos de los exportadores y retailers".
Otra ventaja es la reducción del coste laboral. "Muchas plantas de envasado todavía dependen del trabajo manual para envasar frutas y hortalizas. Nuestras máquinas funcionan un 30% más rápido y garantizan un nivel de uniformidad y estabilidad de calidad inalcanzable para el procesamiento manual. Esto es particularmente importante para los frutos rojos, que requieren un manejo muy cuidadoso".
Eastern Green también está en negociaciones con proveedores de material de embalaje biodegradable. De esta manera, la empresa quiere reducir aún más el desperdicio de material. "Esperamos trabajar junto con más exportadores y retailers para que el mercado sea más consciente de las soluciones de envasado respetuosas con el medio ambiente".
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