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2020/2021: un año difícil para el sector hortofrutícola internacional y del Reino Unido

¿Qué es lo próximo para Sudáfrica?

El de 2020/21 será un periodo que tardaremos en olvidar en el sector hortofrutícola internacional y, para el caso, en cualquier aspecto de nuestras vidas. En el Reino Unido, hemos tenido que enfrentarnos al impacto del brexit, así como al de la COVID-19, por descontado. Ambos han supuesto serios retos para la estructura del sector hortofrutícola, si bien, en algunos casos, también han creado nuevas oportunidades.

Pese a que el canal horeca ha sufrido lo indecible, con frecuencia a los proveedores de los principales supermercados les ha ido bien. Quienes han invertido en la oferta online se han visto particularmente beneficiados. Y no es por restar importancia a las graves alteraciones que han sufrido en ocasiones las cadenas de suministro y, en algunos casos, las actividades de las instalaciones de envasado y distribución.

Aunque, por supuesto, el impacto del brexit y la COVID-19 no se han dejado sentir solo en el Reino Unido. No hay ningún productor o envasador en el mundo que no se haya visto perjudicado por estos factores en algún momento.

El papel de Sudáfrica
Pongamos a Sudáfrica como ejemplo principal. Sudáfrica ha sido uno de los mayores proveedores del hemisferio sur para el Reino Unido durante mucho tiempo. Podría aducirse que ha dependido en exceso del mercado del Reino Unido en el pasado. Se han hecho esfuerzos por diversificar los mercados internacionales en los últimos años. El sudeste de Asia, China, Oriente Medio y otros mercados africanos, en especial para la fruta de pepita, han visto crecer las exportaciones, pero el Reino Unido sigue siendo un mercado clave para los fruticultores y exportadores sudafricanos.

La trascendencia del Reino Unido
Como ejemplo, el Reino Unido importó en torno a 15,7 millones de cajas de uvas en la campaña 2019/20, casi el mismo volumen que en 2014/15. El resto de la UE importó alrededor de 31,4 millones de cajas. El mayor incremento en las exportaciones sudafricanas se vio en Canadá, con unos volúmenes que pasaron de 1 millón a 4,2 millones de cajas. Y esto, de un volumen total exportado de cerca de 60 millones de cajas.

El crecimiento en mercados como el sudeste asiático y Extremo Oriente se ha mantenido modesto. Resulta interesante destacar que el sector sudafricano de la uva de mesa ha anunciado recientemente el desarrollo de nuevos programas de financiación promocional expresamente para el mercado chino.

En el sector citrícola, las exportaciones de naranjas se han mantenido constantes en alrededor de 1 millón de toneladas por año durante algún tiempo, pero las exportaciones de limones y mandarinas han crecido a 325.000 y 250.000 toneladas, respectivamente. Las exportaciones de pomelos han oscilado entre 175.000 y 225.000 toneladas al año en la última década. El Reino Unido abarca menos del 10% de las exportaciones sudafricanas, siendo los mercados principales el resto de la UE y Oriente Medio (cerca de un 55% entre ambos). Rusia también es un mercado de exportación importante para los cítricos sudafricanos.

Las exportaciones totales de manzanas de Sudáfrica han pasado en los últimos cinco años de 375.000 a 465.000 toneladas, y el Reino Unido supone aproximadamente un 17% de ellas. El mercado principal para las exportaciones de manzanas de Sudáfrica son otros mercados africanos, que representan algo más del 30% del total. Las exportaciones a Asia también se han elevado hasta situarse en un 30% del total, mientras que el restante está formado por Oriente Medio (7%), el resto de la UE (6%) y Rusia (4%).

Sudáfrica sigue siendo el proveedor más importante del hemisferio sur para el Reino Unido por cierto margen. El Reino Unido es el tercer mayor mercado importador de manzanas del mundo, el sexto mayor importador de peras y figura holgadamente entre los diez principales mercados internacionales para otros productos, como las cerezas, las ciruelas, los melocotones, las nectarinas y los albaricoques.

¿Por qué darle la espalda a eso?

Brexit, Sudáfrica y nuevos tratados comerciales
Sudáfrica ya ha negociado el acceso al mercado del Reino Unido posterior al brexit. Después de 4 años de negociación para la salida de la UE, sería excusable pensar que ya hemos tenido bastante de discutir los pros y los contras de los acuerdos comerciales para las empresas británicas de frutas y hortalizas. Pese a que, probablemente, se haya llegado al mejor acuerdo posible para el brexit, los primeros días de nuestros nuevos acuerdos comerciales han visto disminuir el uso de las barreras no arancelarias para las exportaciones agroalimentarias del Reino Unido al continente y viceversa. Como han comentado varios de los actores claves de la cadena de suministro, "la ausencia de aranceles no siempre es así cuando lees la letra pequeña". Es posible que el brexit todavía no haya concluido.

No obstante, parece que la experiencia del brexit no ha apagado nuestro entusiasmo por los nuevos tratados comerciales en el Reino Unido, ni mucho menos. En estos momentos, parece que nunca son suficientes. Para el Reino Unido, esto supondrá una década dominada por tratados comerciales y sus ramificaciones. Las prioridades futuras del Reino Unido incluirán el desarrollo de tratados de libre comercio (TLC) con Estados Unidos (331 millones de habitantes) y países de Oceanía (30 millones), pero debemos reconocer que este tipo de tratados comerciales son bidireccionales.

El mercado del Reino Unido, para muchos de los que están tanto dentro como fuera de Europa, sigue siendo muy atractivo. Los agricultores y exportadores de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia, sin ningún género de dudas, estudiarán detenidamente las oportunidades para productos como la fruta de pepita, las uvas, los cítricos, los frutos rojos, los frutos secos y el vino. Estos son, en muchos casos, los mismos productos que Sudáfrica también quiere exportar al Reino Unido.

Mirada puesta en el futuro
Desde la perspectiva de Sudáfrica, ¿el Reino Unido seguirá siendo un mercado de exportación clave? Sospechamos que sí, pero la atracción de los mercados asiáticos también será fuerte. Aparte de los mercados evidentes, como China y la India, con sus megapoblaciones superiores a mil millones de habitantes, hay oportunidades interesantes y potencialmente atractivas en un gran número de mercados, como Indonesia, Filipinas, Malasia, Vietnam, Tailandia, Camboya, Corea del Sur o Taiwán.

En ocasiones, el acceso al mercado resulta problemático para Sudáfrica, así que lo que se necesita de verdad es desarrollar un plan a medio o largo plazo para descifrar dónde es probable que se encuentren los mercados claves, cómo será la competencia, cuál es el mercado potencial para los exportadores sudafricanos y qué ruta se seguirá para llegar a él.

En el corto plazo, mucho dependerá de lo rápido que los mercados asiáticos puedan recuperarse de los estragos de la COVID-19 en comparación con otros mercados como el Reino Unido. A más largo plazo, el potencial en Asia todavía está muy claro. No obstante, el cambio de mercados lleva tiempo, una consideración meticulosa y planificación. Por ejemplo, Sudáfrica lleva más de un siglo enviando fruta al Reino Unido. Como ya se ha dicho, ¿por qué querríamos darle la espalda a algo así?

Conseguir un buen arancel de acceso a nuevos mercados es una cosa, pero construirse una presencia en el mercado es otra distinta. Sudáfrica no ha estado ocupándose de desarrollar acceso comercial a Asia y otros mercados nuevos, como sí que lo han hecho, por ejemplo, los países latinoamericanos. Perú y Chile son dos excelentes ejemplos. A no ser que tengas la grandísima suerte de encontrarte en el lugar adecuado en el momento adecuado (algo no tan frecuente), desarrollar las exportaciones requiere de tan solo cuatro cosas: tiempo, esfuerzo, conocimientos e inversión.

Solo los más preparados, los mejor informados y quienes dispongan de un plan de exportación bien desarrollado alcanzarán el éxito. Sudáfrica cuenta con un sector hortícola de primer orden y, por tanto, se encuentra en una buena posición para hacer esto. Ahora, lo que hace falta es la planificación, el deseo y la asignación de recursos para conseguirlo.

Artículo escrito por:
John Giles
Promar International
[email protected]