La campaña de fruta de hueso comenzó hace un par de semanas en la Región de Murcia con un retraso de unos 10 días respecto al año pasado, aunque muy cercana a la fecha de inicio habitual. La climatología adversa está suponiendo este año un gran condicionante para la temporada europea de la fruta de hueso. Y el albaricoque será el principal damnificado de la campaña en la mayoría de las zonas productoras del continente, como en la Región de Murcia.
“Va a ser una campaña con escasez de albaricoque hasta el final”, afirma Santiago Vázquez, gerente de la empresa murciana La Vega de Cieza. “Hasta la mitad de mayo faltará el 50% y en la segunda mitad del mes faltará alrededor de un 30%. Luego, en el mes de junio, cuando se hace la transición con otras zonas como Lérida o Aragón, donde también tenemos producción, volverá a faltar otro 40% de albaricoque. Como ejemplo de ello, nuestra producción en un año normal es de unos 2.800.000 kilos y este año nos vamos a quedar en 1.900.000 kilos”, estima.
Esta especie se ha enfrentado esta campaña a diferentes factores que han impactado fuertemente en su producción. “En el norte de España los porcentajes de merma son equivalentes a los de la primera quincena de mayo en Murcia. Aquí hemos tenido problemas de cuajado, pero en el norte a ese problema se le ha sumado el frío. Esos dos factores harán que la merma pueda ser de hasta un 80%, según las empresas”, explica Santiago.
La situación se repite en Francia, Italia y otros países del arco mediterráneo, donde las heladas tardías de abril también han dejado cifras de mermas sustanciales. “La carestía en albaricoque va a ser general. Cuando hacen falta muchas zonas para suministrar a un mercado, como es este caso, el problema se agranda. El albaricoque es un producto que siempre ha sido de los más inestables en volumen, al que le influyen más que al melocotón o la nectarina cuestiones como el tema del cuajado, que es muy importante para conseguir la producción. De hecho, los años de mejores precios siempre lo han sido cuando faltaban muchos kilos”, puntualiza.
Sin embargo, la considerable falta de producto ofrece por otro lado expectativas de un mejor panorama para la fruta en el mercado tras varias campañas con resultados agridulces y la esperanza de que un aumento de los precios pueda compensar, aunque sea parcialmente, las pérdidas de volumen. “Las campañas de 2018 y 2019, sobre todo la de 2019, fueron muy difíciles. Y después de ese periodo en el que muchos agricultores se descapitalizaron, hace falta algún año con precios más altos para que se puedan recuperar”, explica Santiago. “El año 2020 fue un año aceptable pero aún hubo productores con deudas con el banco sin pagar del año anterior. Y hay que recordar que el agricultor es el verdadero motor de este sector”.
“La distribución a veces marca techos de cristal en los precios, pero en definitiva una parte de las pérdidas tendrá que compensarse por esa vía. Aunque eso va a depender de la situación de cada productor: solo les saldrán los números a aquellos que tengan una merma limitada y que puedan aprovecharse de un mercado más potente. Pero ese no es el caso de la mayoría, ya que con una merma de un 50% no será fácil conseguir un 100% más de precio”, matiza el gerente de La Vega de Cieza. “Lo que sí es cierto es que, independientemente de la rentabilidad que les llegue a los productores de albaricoque, sí se producirá por lo menos un ‘efecto reclamo’ que ayude a ir moviendo también otros productos que puedan tener un mercado más lento”, destaca Santiago Vázquez.
“Una campaña aún por escribir”
Como señala Santiago, a pesar del poco volumen que ha habido hasta ahora, el mercado ha demostrado un gran interés por las frutas de hueso regionales. “De momento, la comercialización va bien. El año pasado el tiempo en abril fue más cálido en destino; este año es más frío, pero como tampoco ha habido volumen, a día de hoy los almacenes estamos en una situación muy parecida a la de la campaña pasada”, explica. “De hecho, La Vega de Cieza trabaja con supermercados en casi toda Europa y ya hemos empezado a suministrar a todos los países: Alemania, Reino Unido, Francia… El 90-95% de nuestra mercancía la comercializamos en Europa. Y de ese 95%, el 80% se envía fuera de España”.
Y aunque la campaña del albaricoque se enfrenta a un reto considerable, la temporada de fruta de hueso “está aún por escribir”, remarca el gerente. “Se prevé que pese a la falta de cosecha que hay en albaricoque –además de en otros productos, entre ellos la nectarina–, para el 15-20 de mayo, con todo el consumo abierto, tendremos una campaña digna, por lo menos a nivel de producción. Ahora solo queda esperar a ver si el tiempo y el mercado nos permiten hacer una campaña decente y, por lo menos, que cubramos todos los costes y que podamos pagar préstamos, que es lo importante”, subraya. “De momento no soy pesimista con la situación. En absoluto”.
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Santiago Vázquez
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