Su primera participación en el Simposio Internacional de la Fresa tuvo lugar en 1996, en los Países Bajos. Desde entonces, ha participado en todas las ediciones y es uno de los artífices del último Simposio que finalizó hace unos días en Italia. Gianluca Baruzzi, investigador del Crea (Centro de Investigación en Olivicultura, Fruticultura y Citricultura) y responsable de la sede del centro en la ciudad de Forlì, retrata cómo ha cambiado la investigación en los últimos 25 años.
Gianluca Baruzzi durante una grabación en directo para el Simposio Internacional de la Fresa el 5 de mayo de 2021
“Comparado con 1996, la mayor diferencia que encontramos en el material genético es la vida útil que se expresa en resistencia de la epidermis y consistencia. Muchos productores recordarán que las variedades de los años 90 cambiaron de color, de rojo vivo a rojo oscuro, en muy poco tiempo, y esto fue un problema desde el punto de vista comercial. Hoy, sin embargo, los programas de investigación son capaces de ofrecer variedades con un color estable”, comenta Gianluca Baruzzi.
El último día del Simposio tuvo lugar la presentación de más de 40 variedades del campo experimental Martorano 5, en la provincia de Forlì-Cesena. Se trata de material adecuado para el norte de Italia y Europa central. Algunas de estas variedades ya están muy extendidas en Alemania, Francia y Gran Bretaña.
Entre todo el material genético, también hubo algunas variedades remontantes. “En 1988, en el primer Simposio en Cesena, se presentaron las primeras variedades de fresas remontantes. Comparado con entonces, hoy tenemos variedades que garantizan floraciones repetidas y con frutos que siempre están a la altura de las expectativas, tanto en tamaño como en sabor”.
De vez en cuando, algunas personas le preguntan a Baruzzi: “¿Pero cuál es la mejor variedad?”. En realidad, es una pregunta sin sentido, porque depende de muchas variables como la zona de producción, la tendencia climática y, por último, pero no menos importante, la capacidad y la experiencia del agricultor. “Ciertamente, en 25 años se ha avanzado enormemente en términos de potencial de producción, grados Brix, rusticidad y aroma. Y estamos más inclinados a combinar las necesidades del consumidor con las del productor que solo pensar en rendimientos en campo”.