En 2020 se analizaron un total de 343 muestras de productos alimentarios de origen vegetal cultivados de manera orgánica para detectar residuos de plaguicidas y contaminantes específicos.
Como en años anteriores, las frutas y hortalizas frescas ecológicas obtuvieron mejores resultados que las de producción convencional, tanto en lo que respecta a la frecuencia de la detección de residuos como a los niveles de residuos de plaguicidas de síntesis química. En el 68% de las muestras de productos ecológicos no se detectaron residuos de plaguicidas. En los casos en que se detectaron residuos, los niveles se situaban predominantemente dentro del rango de trazas (< 0,01 mg/kg) y, por tanto, muy por debajo de las concentraciones que normalmente pueden detectarse en cultivos a los que se han aplicado los correspondientes ingredientes activos.
El contenido medio de residuos de plaguicidas en todas las muestras de frutas y hortalizas ecológicas examinadas fue de 0,004 mg/kg; cifra que se obtiene incluyendo todas las muestras designadas como ecológicas, incluidas aquellas con un etiquetado engañoso. El nivel baja al 0,002 para la fruta y al 0,003 mg/kg para la verdura cuando se excluyen las muestras sospechosas de ser productos no conformes con los estándares de producción ecológica.
La fruta convencional, por su parte, contenía una media de 0,44 mg/kg de residuos de plaguicidas (excluyendo los agentes de tratamiento de superficie, el ácido fosfónico y el bromuro), mientras que las hortalizas convencionales alcanzaron una media de 0,29 mg/kg de residuos de plaguicidas (excluyendo el ácido fosfónico y el bromuro). Este mayor nivel de residuos de plaguicidas se debe al uso de plaguicidas químicos sintéticos permitidos en los cultivos convencionales, ya que a menudo es inevitable que queden residuos en los cultivos tratados tras su aplicación. Por ello, una estricta normativa establece unos niveles máximos con el fin de garantizar que estos residuos no supongan un riesgo para los consumidores.
En general, la tasa de reclamaciones para todos los productos ecológicos frescos se ha estabilizado en un nivel bajo en los últimos años y ha disminuido significativamente durante los 19 años en que se han realizado seguimientos. En 2020, se detectaron niveles demasiado elevados de plaguicidas en 2 de 66 muestras de fruta ecológica (3,0%; plátanos de Ecuador y República Dominicana) y en 3 de 139 muestras de hortalizas ecológicas (2,2%; ajo de España, hojas de cilantro y perejil de Alemania). El resultado es una tasa de reclamaciones global del 2,4% para los productos frescos ecológicos en el año en cuestión.
En general, las tasas de reclamaciones para los productos frescos en los últimos años (2011 a 2019) siempre han permanecido muy por debajo del 5%, mientras que en años anteriores a 2010 estas cifras eran significativamente más altas, en algunos casos alcanzando hasta el 8,5%.
En el caso de los productos transformados, la tasa de reclamaciones (designación errónea como "ecológicos") en 2020 fue del 2,4%, situándose por tanto en el mismo rango que los productos frescos ecológicos (2,4%). Un nivel, por consiguiente, bajo y comparable al del año anterior (2019: 2,6%). Esta tasa para los productos procesados se ha mantenido entre el 2,2% y el 7,0% en los últimos años. Sin embargo, hay que tener en cuenta que para los productos ecológicos transformados se establecen diferentes prioridades de año en año, llevándose a cabo proyectos específicos y a corto plazo, y que este grupo de productos solo ha empezado a ganar protagonismo en años recientes. Por lo tanto, las tasas de reclamaciones en los distintos años de los informes y desde que estas se monitorizan solo son comparables hasta cierto punto.
Para más información:
Ministerium für Ernährung, Ländlichen Raum und Verbraucherschutz (MLR)
Web: oekomonitoring.ua-bw.de