La ola de calor del mes pasado, que afectó a grandes zonas del noroeste del Pacífico y de la Columbia Británica (CB), en Canadá, ha afectado sin duda a varios cultivos.
Entre ellos se encuentra un cultivo de gran valor en la CB., las cerezas. "Los daños se han producido principalmente en las filas exteriores de las plantaciones, porque estaban expuestas a más calor que el resto de los árboles", dice Sukhpaul Bal, presidente de la B.C. Cherry Association, asociación que representa a los productores de cereza de la CB, sita en Kelowna. "No sabíamos hasta dónde iban a llegar los daños. Esa era nuestra gran preocupación".
Mejor de lo esperado
Sin embargo, los productores de la CB se sienten más optimistas tras un examen más profundo de sus fincas después de la ola de calor. "Cuando volvimos a las plantaciones, vimos que todavía había fruta excelente, y eso realmente cambió nuestra perspectiva. Esperábamos lo peor, pero con el buen desarrollo de este año, había muchas cerezas en los árboles", comenta Bal, que señala que la cosecha de 2021 ha sido una de las más fuertes en años.
¿Por qué algunas cerezas pudieron resistir? Bal expresa que se debe a la cobertura de las hojas de los árboles. "En ciertos racimos algunas cerezas estaban expuestas al sol o el racimo completo no estaba cubierto", continúa. "La fruta que estaba expuesta al calor constante se llevó la peor parte y las cerezas del interior estuvieron protegidas y pudieron seguir siendo viables. Una vez que te adentras en el dosel, hay una hermosa fruta a la sombra de las temperaturas extremas".
Entre esas frutas se encuentra la variedad Lapins, que los productores acaban de empezar a cosechar, y Bal señala que pronto recogerán las variedades de cereza Kordia, Skeena, Sweetheart y, más adelante, Staccato y Sentennial. "En general, todavía hay una buena cosecha, especialmente en la parte norte del valle de Okanagan", explica, y añade que algunas de las variedades más tardías del sur de Okanagan también estarán listas en las próximas semanas. En total, la cosecha debería terminar entre el 15 y el 20 de agosto, aunque algunas plantaciones situadas a mayor altitud podrían prolongarse hasta finales de agosto o incluso principios de septiembre.
Perspectivas de futuro
De cara al futuro, los agricultores de la CB han aprendido en el transcurso de los dos últimos años que los fenómenos meteorológicos extremos son la nueva realidad. "El calor extremo nos pilló desprevenidos porque no lo esperábamos. Ahora que sabemos que es posible alcanzar esas temperaturas, los agricultores se adaptarán y ajustarán sus prácticas de gestión de las plantaciones", concluye Bal. "Es lo que han hecho los productores durante generaciones, encontrarse retos y buscar cómo resolverlos".
Para más información:
Sukhpaul Bal
B.C. Cherry Association
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www.bccherry.com