Ha sido un año difícil para enviar desde Brasil un cultivo que crece cada vez más: los aguacates.
Henrique G. Belani, de Ciclonor Trading, en São Paulo, dice que en Brasil los productores han ido aumentando sus cosechas de aguacates cada año. El año pasado, el país exportó 4,4 millones de toneladas de aguacates, la mayoría de los cuales de la variedad Hass. La cifra de este año, que aún no se ha determinado del todo, es sin duda superior, según Belani, quien añade que los productores de café de toda la vida están cambiando o incorporando cultivos de aguacate. También hay nuevas zonas de producción de aguacates en Brasil, como São Paulo, Paraná, Minas Gerais y Espirito Santo.
Y donde le gustaría especialmente aumentar sus exportaciones es en Norteamérica, amante del aguacate, un continente en el que el consumo de esta fruta no deja de crecer. "Pero es complicado porque es una ventana pequeña en la que podemos vender a Norteamérica", dice Belani, señalando que Brasil cosecha aguacates entre mayo y octubre, prácticamente la misma época en la que California está en producción, al igual que México, el mayor proveedor de este producto en Estados Unidos. También añade que numerosas empresas de California tienen explotaciones de aguacates en Perú. "Y cada año México empieza antes y termina más tarde".
El papel de la pandemia
Y luego está la pandemia. Más concretamente, su influencia en la logística, que ha afectado aún más a Brasil a la hora de aumentar los envíos de aguacates a Norteamérica. "No hay contenedores. Y los fletes son altos y no tan competitivos como los de otros países", dice Belani. Señala que Chile, por ejemplo, tiene importaciones y exportaciones constantes a China, lo que se traduce en un número creciente de contenedores.
Los productores y transportistas brasileños también observaron lo que ocurrió con el transporte de otros productos básicos brasileños este año, como las manzanas. La producción de manzanas fue mayor este año, pero los transportistas no pudieron mover la cosecha y los precios bajaron. "También estamos importando menos de lo que solíamos", continúa Belani, que indica que Brasil solía importar manzanas de Francia, España, Italia y, en Estados Unidos, de Washington y Nueva York. "Este año todavía no hay nada en nuestro mercado y en una situación normal ya tendríamos mucho producto".
Sin embargo, no todo es tan grave. Belani explica que a mercados como el de Canadá, especialmente su costa este, es más fácil hacer envíos. Y otra vía para los aguacates brasileños también puede estar más cerca de casa. "Países como Uruguay y Argentina son mercados que están cerca de Brasil pero que no tienen tanta influencia de los aguacates peruanos, colombianos o chilenos", continúa. "Así que los aguacates con una vida útil más corta podemos enviarlos a esos mercados en cinco días, por ejemplo, y por precios más bajos".
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Henrique G. Belani
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