El sector de las frutas y hortalizas cuenta con un segmento de productos muy especial que proporciona un componente multisensorial a la alimentación; aporta matices de sabores, tonalidades de colores, notas de aromas, texturas nuevas y una atractiva estética visual, además de ser una fuente de compuestos bioactivos con numerosas propiedades beneficiosas para la salud e incluso con carácter medicinal: las flores comestibles. E Innoflower, que lleva ya cinco años dedicándose a ellas, acerca este año a los chefs y consumidores sus nuevas líneas de productos.
Plantación de pensamientos mini.
“Tenemos una extensa gama de 50 especies diferentes de flores comestibles que cultivamos a lo largo del año y hemos conseguido el hito de tener en nuestro catálogo los 12 meses tanto pensamientos como pensamientos mini. Las flores las cultivamos en nuestras tres fincas, dos de ellas situadas en Zaragoza y otra en Soria, donde crecen en diferentes modalidades –bajo túneles, bajo malla o en campo abierto– y en macetas, lo que facilita tanto el manejo de las plantas como la recolección. Además, colaboramos con la Fundación Rey Ardid en la inserción laboral de personas con dificultades”, explica Laura Carrera, CEO de la compañía soriana. “El mundo de la flor comestible es muy diferente al de la flor de vivero, porque además de centrarnos en la planta nos centramos en la salud de la flor para ofrecer un producto de calidad y garantizar su trazabilidad y su seguridad alimentaria. De hecho, somos la primera empresa de flores comestibles de todo el norte de España en conseguir el certificado GlobalG.A.P.”.
Montañita, la marca con la que se comercializan las flores frescas.
Tras una exitosa trayectoria desde sus comienzos, a lo largo de la cual Innoflower y sus productos han sido reconocidos y galardonados con numerosos premios de innovación y alimentación, y de un crecimiento continuo, la llegada de la pandemia y el cierre del canal horeca supusieron un punto de inflexión para la compañía, ya que hasta entonces el 90% de las ventas correspondían a flores comestibles frescas y el 80-90% se realizaban a ese único canal, señala Laura. No obstante, la compañía no solo pudo superar ese bache, sino que está saliendo de él reforzada.
Surtido Suri.
“Es innegable que la COVID nos golpeó de lleno. Toda la inversión que habíamos hecho los meses anteriores la estábamos perdiendo, porque lo que íbamos a vender en marzo, abril y mayo lo habíamos plantado en los meses de octubre, noviembre y diciembre. Así que intentamos ser positivos y decidimos aprovechar todo ese tiempo del que disponíamos de repente, a finales de abril sacamos a la mayoría de los trabajadores del ERTE y nos pusimos a pensar qué podíamos hacer con todas esas flores que teníamos y que estábamos desechando. Así le dimos forma a todas nuestras nuevas líneas de procesado”, comparte Laura.
Piruletas de flores comestibles.
“Además de seguir comercializando flor fresca y flor cristalizada, nos hemos convertido en la empresa con la mayor línea de flores comestibles deshidratadas del mundo. Hemos hecho una línea de flor prensada única en España que se está utilizando mucho en repostería creativa y hemos sacado unas piruletas con flores prensadas y cristalizadas aptas para diabéticos que están teniendo una gran demanda. De hecho, ha sido tal la demanda que hemos llegado a tener plazos de entrega de hasta un mes de los pedidos. También hemos sacado una línea de flores liofilizadas premium en envases de cristal reciclables y reutilizables. La liofilización es un proceso por el cual las flores se conservan manteniendo su estructura y su composición, sin perder sus propiedades”, señala Laura.
Menta, tagete y viola liofilizada.
“En este apartado, además, estamos participando en un proyecto con el grupo Procerealtech de la Universidad de Valladolid haciendo una parametrización del proceso de liofilización de flores comestibles, uno de los primeros realizados en esta materia, estudiando y analizando cuáles son las mejores condiciones para obtener el mejor producto”.
Ingredientes no solo para chefs
Makro, la mayor cadena de ventas al por mayor del mundo y un importante proveedor del canal horeca en Europa, era el principal cliente de Innoflower. No obstante, los confinamientos y la tendencia por la comida casera acercaron las flores comestibles a los consumidores, un hecho que se reflejó en el aumento notable de las ventas online de la compañía.
“La pandemia ha supuesto para nosotros un boom y en este periodo hemos aumentado los clientes particulares, gastronomistas y chefs caseros que han conseguido hacer menús especiales con nuestras flores. Las respuestas y el feedback de los clientes además han sido impresionantes y muy gratificantes”, subraya la CEO de Innoflower. “Ahora mismo nos está apoyando mucho en la repostería e Instagram se ha convertido en una plataforma muy importante para nuestros productos. Nuestras flores son solo ingredientes, los cocineros son los que crean belleza en los platos con ellas”, recuerda Laura.
Flores y cítricos deshidratados ecológicos, una mezcla alquímica
A raíz de un pedido a medida de una clienta francesa, Innoflower también ha incluido en su surtido una línea de cítricos deshidratados ecológicos, que han pasado de ser una mera curiosidad a protagonizar otra de las innovaciones de la compañía.
“Con las flores deshidratadas hemos elaborado mezclas para infusiones. En concreto, los pensamientos minis son una especie cargada de polifenoles, unos compuestos antioxidantes naturales de las flores que tiñen el agua de color verde turquesa al infusionar, y al añadir el limón deshidratado, de carácter ácido, varía el pH de la infusión y se torna de color rosa”, explica la profesional. “Muchos clientes ya han podido probar nuestras infusiones de flores y cítricos deshidratados a través de la Caja Saludable, de Unica Group, con la que hemos trabajado”.
Para más información:
Laura Carrera, CEO
Innoflower
Tel.: +34 697 16 22 68
[email protected]
www.innoflower.com