La pitaya se ha hecho un hueco en el panorama subtropical de Andalucía, que está llamado a ser cada vez más importante. Su producción resulta muy atractiva no solo por su rentabilidad y por las expectativas que genera la creciente demanda que está experimentando esta fruta en el mercado europeo, sino también por la viabilidad de su cultivo y su adaptabilidad a las condiciones de muchas zonas de la comunidad autónoma. Y a su desarrollo está ayudando la unión y vertebración de la actividad que está proporcionando la S.C.A. Pitayas de Andalucía.
“Actualmente, la S.C.A. Pitayas de Andalucía está formada por 67 productores de Huelva, Sevilla, Cádiz, Extremadura y Portugal. Se puede decir que somos la primera cooperativa internacional de pitayas de España”, explica Alberto Garrocho, quien está al frente del organismo. “No obstante, esperamos que los socios sigan aumentando”.
“Aquí en la zona de Huelva hay agricultores muy interesados en el cultivo de pitaya que quieren entrar con nosotros, y en estos momentos estamos en contacto con un grupo de 15 productores de pitaya de Málaga que podrían unirse en breve y que harían que nuestra producción aumentara considerablemente”.
“La campaña está finalizando y estamos recolectando las últimas pitayas de la temporada. Hay que tener en cuenta que todas las plantaciones son nuevas –las más viejas han hecho ahora 3 años– y que, además de ir aumentando su producción progresivamente los primeros años, aproximadamente el 50% de ellas aún no han empezado a producir, ya que empiezan a hacerlo a partir del segundo año. Pero estamos muy contentos con el resultado”, indica Alberto.
“El año pasado se comercializaron 10.000 kilos, este año hemos incrementado esa cifra a 80.000 kilos y para la próxima temporada, que empezará en junio de 2022, esperamos cuadriplicar la producción hasta los 300.000 kilos”.
“Además, si se uniesen los productores malagueños, con los que hemos mantenido ya varios encuentros, entre las plantaciones que entrarán en producción y las nuevas que se unirían, la producción de la S.C.A. Pitayas de Andalucía podría incrementarse hasta el medio millón de kilos”.
“En la cooperativa contamos con un almacén donde recepcionamos la fruta de todos nuestros socios y desde donde la comercializamos a los diferentes destinos. Esta temporada hemos exportado por primera vez nuestras pitayas llegando con ellas a Países Bajos, Reino Unido e Italia, y tenemos la expectativa de empezar este año a exportar también a Alemania y Francia. De hecho, este año ya hemos hecho un pequeño envío de prueba a un cliente francés con el que esperamos continuar”.
La cooperativa S.C.A. Pitayas de Andalucía sirve como un importante punto de unión para este sector tan joven, aunque su labor va mucho más allá. “Nuestros socios reciben de nuestra parte un asesoramiento técnico y los acompañamos en todo momento para que tengan éxito en su producción, tanto a los que ya tienen sembradas sus plantaciones como a aquellos que están iniciándose en el cultivo de la pitaya. Es un cultivo totalmente nuevo que presenta muy buenas expectativas y un buen rendimiento, pero justamente por eso hay que hacer las cosas muy bien, y esa es nuestra labor como cooperativa”.
“Estar unidos nos otorga una gran ventaja en la comercialización de nuestras pitayas, ya que, cuanto menos dispersa esté la producción, más opciones tendremos de mantener buenos precios para la fruta de nuestros socios, porque nuestro objetivo es buscar su rentabilidad”.
“En origen, este año hemos conseguido una media de precios igual que la del año pasado. Con todos los gastos quitados, nuestros asociados han conseguido en torno a los 4,5 y 5 euros por kilo de pitaya, un precio bastante bueno para un cultivo nuevo que en Europa ya tiene su nicho de mercado”.
Para más información:
Alberto Garrocho
S.C.A. Pitayas de Andalucía
Tel.: +34 669 368 384
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