La Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC, por sus siglas en inglés), ha publicado recientemente un informe que resume sus hallazgos de las investigaciones llevadas a cabo sobre el sector del pepino y del calabacín, y sobre los efectos de las importaciones en los productores de temporada. El informe aporta una visión general de los sectores estadounidense y mexicano del pepino y del calabacín, así como un análisis de las condiciones competitivas del mercado.
El informe de la ITC no respalda la reacción de los productores del sureste de Estados Unidos, que culpan a las importaciones mexicanas de sus problemas, según Lance Jungmeyer, presidente de la Fresh Produce Association of the Americas (FPAA).
"Las importaciones mexicanas están marcadamente diferenciadas de la competencia en términos de selección varietal y estándares de envasado", dice Jungmeyer.
La demanda de pepinos y calabacines por parte del consumidor estadounidense ha crecido, puesto que cada vez se consumen más hortalizas frescas. La producción estadounidense de estos productos no puede cubrir la demanda total durante todo el año, y las importaciones, principalmente de México, son necesarias para llenar ese vacío. La mayoría de las importaciones mexicanas entran de noviembre a mayo, cuando la producción nacional es menor (procedente solo de Florida).
En el informe se señala también que las importaciones se han elevado por los cambios en la demanda del consumidor estadounidense, que demanda más variedades. La mayoría de los productores de pepinos del sureste del país solo cultivan la variedad American Slicer en campo abierto. Los productores mexicanos utilizan la agricultura protegida para cultivar las variedades Burpless y para snack, como pepino inglés, persa y minipepinos. Los productores del sureste no pueden satisfacer este segmento del mercado en crecimiento. "Según los informes, los pepinos mexicanos se venden por 2-3 dólares la caja más que los estadounidenses en los mercados terminales de las ciudades del este, donde la demanda va muy pegada a la preferencia local", dice Jungmeyer.
Por ejemplo, los precios medios de los pepinos estadounidenses en la costa este oscilaron entre 14,34 y 35 dólares la caja de 2015 a 2020. Los pepinos mexicanos oscilaron entre 17,25 y 37,13 dólares la caja. No hay pruebas de que las importaciones mexicanas sean más baratas que el producto estadounidense.
El informe de la ITC también identifica otros problemas que afectan a los productores del sureste de Estados Unidos. Entre ellos:
Coste y disponibilidad de la mano de obra: El aumento del coste de la mano de obra y de su baja disponibilidad perjudican a los productores estadounidenses al elevar los costes de producción, mermar la productividad y reducir los tipos de producto. Los productores han recurrido cada vez más a temporeros inmigrantes mediante el programa H2A, pero estos trabajadores solo suponen en torno al 10 por ciento de los trabajadores agrícolas del país. La falta de mano de obra nacional desemboca en diferencias cualitativas.
Condiciones de cultivo complicadas: La elevada humedad y las condiciones de cultivo únicas del sureste de Estados Unidos presentan retos únicos para los productores de pepinos y calabacines. Entre ellos, la presión de plagas y enfermedades relacionadas con el clima, que eleva los costes debido a la necesidad de aplicar cantidades considerables de plaguicidas y fungicidas. El potencial de que los cultivos se dañen o pierdan por efecto de los huracanes y las tormentas tropicales también afecta negativamente a estos productores.
Para más información:
Lance Jungmeyer
Fresh Produce Association of the Americas
[email protected]
www.freshfrommexico.com
Allison Moore
Fresh Produce Association of the Americas
[email protected]
www.freshfrommexico.com
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