"Desafortunadamente, ahora reina el pánico en Ucrania. Ya resulta dificilísimo hablar con alguien", dice un exportador habitual a este país. Los precios de las frutas y hortalizas se habían disparado justo antes de la invasión rusa, ante la caída de las exportaciones europeas la capacidad del consumidor. La situación está cambiando deprisa.
"Por desgracia, a causa de la agravación de la situación en Ucrania, la capacidad del consumidor ha caído mucho. Los precios han subido una barbaridad. Antes enviábamos dos o tres camiones por semana. Ahora estoy solo, y es muy duro. La gente de a pie no puede comprar fruta a precios tan elevados, en particular los pensionistas. Los productos principales se importan ahora de Turquía y Grecia, donde los precios de compra son mucho más bajos. Pero, al mismo tiempo, los precios en Ucrania están subiendo", explica Garik Andriasyan, que vivió en Ucrania durante 30 años. Su empresa de exportación, Gold Scorpion S.L., está radicada en España, desde donde envía varios camiones de frutas y hortalizas a Ucrania varias veces por semana.
"Las principales frutas y hortalizas proceden ahora de Turquía y Grecia. Aquí, en España, el suministro ha caído porque los precios de compra han subido. Sí, por supuesto, es posible que la fruta de Turquía y Grecia no sea tan sabrosa, pero es más o menos barata. Los volúmenes de las importaciones se han reducido de forma considerable. La situación es incomprensible, muchísimos exportadores no quieren correr riesgos", añade Andriasyan.
"Si la situación no cambia a mejor, creo que las importaciones se reducirán mucho más. Ahora, las empresas importadoras han disminuido la cantidad de importaciones, están a la espera".
"Nosotros llevamos más de seis años trabajando con Ucrania y no recuerdo una situación tan mala como esta. Pero, por descontado, trataremos de no detener la cooperación con las empresas ucranianas. Y esperamos que las cosas mejoren pronto. Si la situación va a más, me da miedo pensar lo que pueda ocurrir. Al fin y al cabo, es comprensible que, donde haya guerra, será muy difícil hacer negocios".
"Pero de verdad espero que todo termine pronto y que todos vivamos en paz. Os deseo a todos paz y bondad", concluye Andriasyan con preocupación.