Según ha informado WPJ, los importadores estadounidenses ya están empezando a reajustar sus cadenas de suministro para evitar interrupciones antes de que se produzcan las negociaciones contractuales de este verano entre los estibadores de la costa oeste y las empresas que gestionan el flujo de mercancías a través de los puertos.
Se espera que en los próximos meses se inicien las conversaciones laborales –que abarcan a 22.400 estibadores de 29 puertos desde el estado de Washington hasta el sur de California–, aunque no se ha fijado una fecha oficial de inicio. Las partes tratarán de sustituir un acuerdo que expira el 1 de julio.
En años anteriores, las conversaciones laborales han tardado meses en resolverse. Durante las negociaciones que se llevaron a cabo entre 2014 y 2015, las ralentizaciones en los puertos provocaron largas retenciones en los barcos de la costa del sur de California, y este año tendrán lugar cuando docenas de barcos ya están retenidos en el Océano Pacífico debido a la congestión de la cadena de suministro provocada por la pandemia.
Los esfuerzos por sortear ese cuello de botella desviando la carga a otros lugares han provocado atascos desde el puerto de Houston, en el Golfo, hasta los puertos de Savannah, en Georgia, y Charleston, en Carolina del Sur.
La incertidumbre que existe ante esta nueva negociación ya ha hecho que algunos cargadores estén adelantando sus pedidos de la temporada de vacaciones para introducirlos en las redes nacionales antes de tiempo, según los operadores logísticos, y muchos estén desviando la carga que normalmente pasa por la costa oeste a los puertos de la costa este y la costa del Golfo. Los ejecutivos del sector marítimo dijeron que esto está contribuyendo a extender la congestión que se ha apoderado de los puertos californianos de Los Ángeles y Long Beach.
Fuente: simfruit.cl