El Comité de Gestión de Cítricos (CGC) reclama a la Comisión Europea (CE) una investigación sobre el alcance de los incumplimientos registrados en las importaciones europeas de naranjas procedentes de Sudáfrica respecto al tratamiento de frío aprobado para mitigar el riesgo de contagio por falsa polilla.
"La asociación niega –como sostuvo la Citrus Growers Association (CGA) de Sudáfrica– que las autoridades europeas no informasen con tiempo suficiente a las de aquel país sobre la entrada en vigor de esta norma. Es más, recuerda que la medida fue acordada el 25 de mayo por el SCOPAFF, que se publicó en el DOUE el 21 de junio y que antes, desde febrero y hasta abril, se expuso públicamente en la UE primero y en la OMC, después".
"De ahí que considere que la situación generada en los puertos europeos a finales de julio y principios de agosto –con los 2.000 contenedores que la propia CGA anunció que estaban retenidos– fuera una acción “premeditada para negociar una salida frente al caos y el cuello de botella que realmente se buscaba lograr”, señala la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu. El ejecutivo comunitario, según un comunicado oficial del Gobierno sudafricano emitido el 11 de agosto, planteó una opción contemplada en el reglamento para desbloquear estas naranjas, y se anunció que podrían ingresar en la UE si el cold treatment se realizaba en los propios recintos portuarios europeos".
Desde entonces que el CGC ha buscado contrastar las condiciones de entrada reales permitidas a los exportadores de naranjas sudafricanos por los Estados miembros importadores. Y según ha podido saber, "una gran mayoría de los contenedores no conformes detenidos y varados después del 14 de julio –fecha en la que el DOUE concretó que se exigiría el cumplimiento del cold treatment– no fueron sometidos al mismo".
De ahí, que el CGC reclame a Bruselas que “haga cumplir sin más dilación en lo que queda de campaña la normativa comunitaria para proteger a la citricultura europea de la llegada de la Thaumatotibia leucotreta”.
"La solución propuesta por los sudafricanos ha consistido en sustituir los anteriores certificados fitosanitarios por otros en los que las autoridades de aquel país declaran cumplir con las nuevas medidas".
"Prueba, además, de que no se está cumpliendo lo exigido es que –según ha podido constatar el CGC– la inmensa mayoría de los contenedores que se están utilizando no llevan las sondas térmicas requeridas porque no están homologados para cold treatment. Y difícilmente se podría alegar desconocimiento o confusión porque se trata de un tratamiento que está estandarizado internacionalmente y que los exportadores de la propia Sudáfrica están obligados a aplicarlo en sus exportaciones citrícolas a hasta 20 países".
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