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La investigación del AAFC sobre los genes de la patata tolerantes al calor se basa en un estudio premiado

En el clásico juego infantil, nadie quiere ser el que se quede con la "patata caliente". Lo mismo les ocurre a los agricultores, ya que el aumento de las temperaturas globales está dando un nuevo significado al término. Los productores saben que es cada vez más urgente poder cultivar patatas que soporten el estrés térmico.

Ayudar a los productores a encontrar variedades de patata más resistentes a las posibles perturbaciones causadas por el calor extremo es fundamental para garantizar la sostenibilidad y la rentabilidad de la producción de patatas en Canadá, que alcanza una media de 4,5 millones de toneladas al año.

Reconociendo esta necesidad, Xiu-Qing Li, un científico de investigación de Agricultura y Agroalimentación de Canadá (AAFC), junto al Centro de Investigación y Desarrollo de Fredericton, ha estado estudiando el estrés térmico en las patatas durante años, lo que ha llevado a una serie de avances en los últimos años. En 2018, se asoció con la Universidad de New Brunswick y colaboradores internacionales para estudiar la respuesta al estrés térmico en 55 variedades diferentes de patata, el primer estudio a gran escala de este tipo. En la mayoría de las variedades estudiadas, el estrés térmico disminuyó el tamaño de las hojas, pero aumentó el verdor de estas y la altura de la planta, a la vez que redujo gravemente la formación y la masa de la patata. Este estudio también identificó las variedades más tolerantes al calor: Eramosa, Chieftain, AC Belmont y Superior.

La identificación de estas variedades fue un primer paso importante, pero incluso estas patatas no se comportaron especialmente bien con el calor, por lo que estaba claro que se necesitaba más investigación. En 2020, Li colaboró con su colega de AAFC, Benoit Bizimungu, junto con investigadores de la Universidad de Queen, en un estudio que fue reconocido con el premio Outstanding Paper Award del American Journal of Potato Research.

Su publicación, "Effects of earliness on heat stress tolerance in fifty potato cultivars", determinó que las variedades de patata conocidas por alcanzar la madurez de forma temprana en el campo crecían a un ritmo similar al de las variedades de maduración más tardía cuando estas se sometían a estrés térmico en invernaderos, pero el calor en realidad ralentizaba su proceso de maduración. La investigación llevada a cabo por Li y sus colegas trató de identificar los genes específicos de la patata que podrían ayudar a explicar por qué ocurre eso, y los mecanismos que determinan si una variedad de patata madurará tarde o temprano.

A raíz de este premiado estudio, Li puso en marcha y dirigió un nuevo proyecto de investigación para indagar aún más, profundizando en los mecanismos genómicos de las respuestas de la patata al estrés térmico.

Haz clic aquí para leer el comunicado de prensa completo.



Para más información:
Agriculture and Agri-Food Canada
Tel.: 1-866-345-7972
[email protected]

Fecha de publicación: