Aunque con retraso, la temporada de dátiles israelíes está ya en plena marcha en Lorre, Bélgica. "Empezamos unas tres semanas más tarde, con el 30% de la producción aún sin cosechar", afirma Laurent La Morella. "Sin embargo, ha llovido algo recientemente, y si esas lluvias continúan, los dátiles que aún quedan por recoger podrían verse afectados".
El comienzo tardío no parece haber afectado negativamente a la fruta. "Tenemos una calidad mejor y sobre todo una fruta más grande. Hay más tamaños grandes que la temporada pasada. Sin embargo, el volumen se ha reducido entre un 15 y un 25%. Este año ha habido más dátiles, pero algunos no se han desarrollado y adquirido el color marrón-rojizo, por lo que hay menos. Mucho depende todavía de los últimos dátiles que quedan por cosechar", dice Laurent.
Incluso para este importador especializado en dátiles MedjoulPlus, el negocio es más complicado que antes. "Eso sí, hay una demanda bastante estable, dado que los consumidores están ya más familiarizados con los dátiles. Además, los nuevos dátiles están ingresando a un mercado relativamente vacío. Hay algo de cosecha de la temporada pasada, pero como empezamos con tres semanas de retraso, hay muchos menos de los habituales".
"Los clientes solían apreciar poder adquirir dátiles más baratos, aunque, hoy en día, la calidad está por encima del precio. Si la gente quiere dátiles, la calidad tiene que ser excelente. Hay muchos dátiles más baratos, pero estos tienen menos demanda", continúa Laurent. Esto es ciertamente inusual, dado que hoy en día, con el aumento de los costes, muchos compradores prefieren los supermercados y los productos "más baratos".
Los costes y el clima hacen que el cultivo de dátiles sea cada vez más difícil
Los costes asociados al cultivo de dátiles también han aumentado considerablemente. "No somos ajenos al aumento general de los costes. Más de la mitad de los cultivadores registraron pérdidas el año pasado. Además, el tipo de cambio es muy desfavorable para los cultivadores israelíes y eso aumenta considerablemente los precios, que no queremos trasladar a nuestros clientes. Los dátiles deben seguir siendo asequibles; un gesto comercial que nuestros clientes y los cultivadores aprecian mucho".
Los cultivadores se enfrentan a otros retos además de los costes. "No es casualidad que hayamos empezado con tres semanas de retraso. El cambio climático está haciendo que cada vez sea más difícil ofrecer la misma calidad de fruta. Está afectando a los tiempos de recolección de los dátiles y, por tanto, a los volúmenes y la calidad", dice La Morella. Sin embargo, por ahora no impide que los productores sigan invirtiendo. "Para garantizar la misma calidad, se continúan realizando inversiones en máquinas clasificadoras más eficientes, rápidas y eficaces. Estas también pueden detectar, por ejemplo, insectos y hongos".
Lorre cuenta con suministro de dátiles de Israel, Jordania y Sudáfrica durante todo el año. Además, su surtido continúa ampliándose. "Además de todo el surtido de frutos secos, estamos creciendo cada vez más con frutas y verduras frescas, como cítricos, manzanas, jengibre, limas, calabacines, etc. Esto requiere tiempo y energía, por lo que Dieter Van Halewyck se ha incorporado recientemente a nuestro equipo y se dedicará sobre todo a la compra y la venta. A pesar de que corren tiempos difíciles, seguimos teniendo más trabajo que nunca", concluye Laurent.
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