La temporada de la granada turca ha comenzado y, aunque la cosecha no ha terminado por completo todavía, ya es evidente que la producción será menor este año. Un efecto colateral es que los calibres de las granadas serán más grandes.
Según Esra Soyleyen, socia gerente de la exportadora de fruta turca Aksun, la producción turca de granadas será significativamente menor como consecuencia de las bajas temperaturas del año pasado. "La temporada turca de granada acaba de comenzar y todavía estamos cosechando. El frío de la temporada pasada ha afectado al cultivo y podría provocar escasez de oferta. Prevemos una merma del 30 al 35 por ciento en las granadas de primera categoría, lo que a su vez influirá ligeramente en los precios. Por otro lado, esa menor producción ha provocado que los árboles den frutas más grandes y con una coloración fantástica gracias al gran diferencial de temperaturas entre el día y la noche".
Como las granadas se suelen almacenar durante mucho tiempo a lo largo de la temporada, Soyleyen espera que los precios sean más elevados hacia el final de la campaña. "El incremento sustancial de los precios de la energía repercutirá en las frutas almacenadas este año. Dado que es imprescindible almacenar las granadas, no cabe duda de que este aumento de los costes de almacenamiento afectará a los precios de mercado en el largo plazo. Gracias a las cámaras frigoríficas que acabamos de abrir, que funcionan con energía solar, tendremos ventaja en la solución de este problema para nuestros clientes. A la luz de toda esta información, esperamos que la temporada acabe antes de lo previsto o que los precios sean más altos que el año pasado, en especial al final de la campaña de granada".
Puesto que los límites de residuos son fundamentales para la exportación al mercado europeo, Aksun ha hecho todo lo posible para poner a los productores al día de lo que se necesita para el producto final. "Otro punto a destacar para las granadas ha sido siempre el control de plaguicidas. Ante la demanda creciente de la gran distribución, el control de plaguicidas es totalmente imprescindible y podemos afirmar con seguridad que hemos avanzado mucho en los dos últimos años. Hoy por hoy, somos capaces de controlar todos los campos que cosechamos y podemos garantizar que nos mantenemos dentro de los límites aceptables. Lo hemos conseguido gracias a una atención muy detallada y a la colaboración con nuestros productores, visitándolos cada dos semanas desde abril para capacitarlos y explicarles la importancia del control de residuos para el producto final", concluye Soyleyen.
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