Las cifras de expansión de las hectáreas con certificación Demeter aumentan año tras año, al igual que la demanda de productos cultivados bajo agricultura biodinámica; pero ¿en qué consiste este modelo de agricultura?
Los orígenes de lo que constituye una auténtica filosofía, la antroposofía, se remontan un siglo atrás, cuando el austriaco Rudolph Steiner desarrolló las bases de un modelo –las mismas que siguen usándose hoy en día– que considera las plantas, los animales y el ser humano como un todo bajo la influencia de los ritmos cósmicos y los astros.
Y en Sevilla, a orillas del río Guadalquivir, Citran ha comenzado la campaña de cítricos, entre los cuales contará con un aumento considerable de los volúmenes cultivados con métodos biodinámicos y certificados Demeter.
“Citran es una SAT y a la vez una OPFH formada por 9 familias que cultivamos 1.300 hectáreas de producción propia, de las cuales el 94% de la superficie está dedicada a cítricos”, explica Juan Francisco Ruiz, el CEO de la empresa que en los últimos años ha experimentado un crecimiento del 35%. “En 2020 conocimos la agricultura biodinámica y nos fascinó, y conseguimos certificar el almacén y parte de nuestras fincas en Demeter; es decir, somos productores, elaboradores y distribuidores Demeter”.
“Hoy en día tenemos 20 hectáreas certificadas y 50 más en reconversión a agricultura biodinámica, además de 100 hectáreas certificadas en ecológico. El resto, aunque es convencional, las cultivamos con tendencia al residuo cero”, remarca Juan Francisco. “Empleamos la ayuda de los insectos auxiliares para hacer frente a las plagas y fomentamos la biodiversidad en los huertos con setos naturales, plantas aromáticas en combinación con la vegetación espontánea en las calles, así como con hoteles de insectos o posaderos para aves”.
“Con la implantación de estaciones agroclimáticas hemos conseguido reducir un 30% el uso de agua y fertilizantes, algo muy importante en este momento de sequía”, recuerda Juan Francisco (Foto derecha). “El cambio climático es evidente y nos tenemos que ir preparando porque vienen momentos muy difíciles. Este año las comunidades de regantes han recibido dotaciones de 1.800 m³ por hectárea para regar cítricos, cuando cada hectárea requiere 4.000 m³. Esta diferencia ha tenido que suplirse con pozos de apoyo y el incremento de costes ha sido desorbitado”.
“Aunque el hecho de contar con agua ha provocado este año un movimiento de agricultores de hortícolas de otras zonas que ya no cuentan con disponibilidad, en busca de tierras en la vega del Guadalquivir para la siembra de hortalizas como el brócoli”.
“Mucha gente se asombra de que en Sevilla se cultiven naranjas pigmentadas”
Citran, que el año pasado produjo 37 millones de kilos de fruta, destina el 80% de su producción a la exportación, siendo sus principales destinos Europa, Canadá y Emiratos. “Hemos optado por destacar en nuestra zona, eminentemente citrícola, con la replantación de nuevas variedades adaptadas a las exigencias del consumidor, introduciendo una mayor gama de cítricos como las naranjas pigmentadas. De diciembre a junio produciremos 1,5 millones de kilos de diferentes variedades: Cara Cara, Sanguinelli, Kirkwood o Valencia Rubí; es curioso porque mucha gente se asombra de que en Sevilla se cultiven naranjas pigmentadas”.
“También producimos pomelos y limas. De hecho, entre las limas más frescas que se pueden encontrar en estos momentos en el mercado, donde la mayoría viene de ultramar y pasan semanas desde que son cultivadas hasta que llegan a los supermercados, están las de Sevilla”.
“En cuanto a la producción biodinámica, prevemos estar en torno a las 800 toneladas. La campaña empezará un poco más tarde que la convencional, en noviembre, porque es una fruta que no se puede desverdizar. El mercado de la fruta Demeter es un mercado más reducido, nuestros clientes principales están en Alemania y los países nórdicos, pero con precios mucho más altos; hay que tener en cuenta que al comprar una naranja Demeter no estás comprando una fruta cualquiera, estás comprando una historia”.
Colaboración con la Fundación Ana Bella
La firma con sede en Brenes está certificando actualmente su huella hídrica y de carbono a través de Agrocolor. “A nivel energético, la instalación de paneles solares nos ha permitido producir un 35% de la energía eléctrica que consumimos, además de evitar la emisión de 140 t de CO₂ al año equivalente a plantar 280 árboles”.
“Una cosa de la que nos sentimos muy orgullosos es de colaborar con la Fundación Ana Bella de mujeres maltratadas, con la que tenemos un convenio para la reinserción laboral de víctimas en riesgo de exclusión social. Estamos muy contentos, porque a día de hoy hemos podido detectar y ayudar a trabajadoras que estaban sufriendo una situación de maltrato gracias a la Fundación”.
Para más información:
Cítricos Andaluces S.A.T
Ctra. Camino del Bodegón de las Cañas, KM.1
41310 Brenes, Sevilla (España)
Tel.: +34955031250
[email protected]
https://citransat.es