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Fruticultor holandés Johan Stigter:

"Me preocupa el mercado de la fruta de pepita"

Johan Stigter, fruticultor holandés, está preocupado por el mercado de la fruta de pepita. Cita la situación geopolítica europea y la elevada inflación como factores que alimentan la incertidumbre sobre las ventas. Tras una cosecha que transcurrió sin problemas, decidió vender la mayor parte de su fruta de pepita. "Teniendo en cuenta los acontecimientos mundiales y lo que pasa en Rusia, optamos por la seguridad", comienza Johan. Espera que las ventas de peras sean mejores que las de manzanas, pero no cree que los precios suban hasta después del 1 de abril.

Primero las facturas, luego la fruta
Eso, por supuesto, depende del gasto del consumidor, que el productor (cuyo cultivo se reparte en una proporción 90/10 entre peras y manzanas) prevé que disminuya por la presión de la evolución económica. Cree que la inflación afectará a las ventas de fruta de pepita y ve que el consumo de peras ya está cayendo en Alemania. "Si hay una inflación prolongada, la gente pagará primero las facturas y después comprará fruta. La tensión mundial hace que los ciudadanos sean temerosos y precavidos".

"El aumento de los costes es otro obstáculo para los fruticultores", señala Johan, quien, por ejemplo, está pagando casi cuatro veces más por los fertilizantes, un 12% más por los productos de protección de cultivos, y la mano de obra también se ha encarecido. "Por no hablar de la subida vertiginosa de los costes de electricidad para la refrigeración". Johan afirma que es difícil reflejarlos en los precios de venta: "Hay que vigilar los costes; no se pueden transmitir todos. Los compradores no van a aceptarlo".

Protección de los cultivos
Según Johan, también hay problemas de cultivo. Además de la degradación de los fertilizantes, la política de protección de cultivos le preocupa. "Hemos invertido enormemente en la reducción de emisiones en los últimos años, pero nos dicen que los productos fitoanitarios deben reducirse en un 50% para 2026/2027, sin tener en cuenta las plantaciones. Eso no tiene sentido. Debemos tener cuidado para no crear una crisis alimentaria en cinco años".

También considera que las diferentes condiciones de cultivo reciben muy poca atención. Por ejemplo, hay más necesidad de controlar el moho en los años húmedos que en otros años en los que quizá haya más presión de insectos. "Las conversaciones de la UE tienden a inclinarse hacia la armonización, pero muchos ámbitos, como la protección de los cultivos y la mano de obra, han sufrido condiciones desiguales durante años", expresa Johan.

Aunque hay alternativas para algunos productos prohibidos, el fruticultor dice que no siempre son soluciones. "Paso más tiempo fumigando ahora que hace 20 años. No se me ocurre ningún productor que considere divertido gastar todo ese tiempo y dinero en pulverizar sus cultivos. Si puedes aplicar un producto potente una vez, no tienes que pulverizar tanto, lo que también impacta menos en el medio ambiente".

Y, como descubrió el fruticultor, no le compensa el dinero invertido en ser más sostenible. "Si no ganas nada, sin duda resulta muy caro ser más sostenible", continúa Johan. Le gustaría que se creara un fondo fiscal que compensara los esfuerzos de sostenibilidad incluidos en programas como GlobalGAP, GRASP y PlanetProof. Ese fondo debería ser financiado por los retailers o gestionado y distribuido por el Gobierno.

El futuro
Sin embargo, Johan (como demuestra la reciente ampliación de 10 hectáreas de su explotación) es optimista respecto al futuro. "No tenemos muchas perspectivas, pero sigo siendo positivo, y tengo a alguien a quien dejar el negocio". En los últimos tres años, también ha comprado cajas de almacenamiento de plástico Capp Plast. "Hemos comprado más de 2.300", precisa. Además de la higiene, el tamaño influyó en su decisión de cambiar la madera por el plástico.

"Estas cajas son ligeramente más grandes, por lo que necesitamos menos, y hay menos transporte". La fruta también se almacena mejor en estos contenedores de plástico. Los precios de la madera están subiendo, lo que significa que se acercan cada vez más a los de las cajas de plástico. "Además, puedes dejar las cajas de plástico a la intemperie durante unos meses si no tienes espacio para almacenarlas en el interior. Eso no se puede hacer con la madera", concluye.

Johan Stigter
[email protected]  

Gerald Langerak
Capp plast Nederland BV
Tel.: 0226-411623
Móvil: 06-51914888
www.geraldgreensupport.nl    
[email protected]