La plantación de la fresa en Huelva, que hará que, un año más, la provincia sea el principal foco productor de berries de todo el continente, está terminando de completarse en este inicio de noviembre desde que comenzara en octubre, no obteniendo los resultados deseados.
“Este año estamos teniendo que replantar hasta un 27% de los plantones”, señala Manuel Alfaro, presidente de la cooperativa onubense Fruta de Andalucía, SCA. A título personal, nos comenta como en su empresa, el viernes pasado, había cerca de 100 personas replantando parcelas que ya se habían sembrado entre el 6 y el 8 de octubre y en las que han tenido que ir arrancando las plantas que habían muerto. “Todos estamos afectados en mayor o menor medida; de hecho, hay agricultores que han comentado que han tenido que arrancar sus parcelas enteras y volver a plantarlas un mes después”.
El retraso en la plantación conllevará a nivel de entrada productiva un atraso bastante relevante (de mes a mes y medio) y, por supuesto, “el correspondiente detrimento económico para nuestra empresa, ya que hay que añadirle el sobrecoste adicional que conllevan todas las labores de replantación”. Recordemos que, en cooperativas como Fruta de Andalucía, cuya superficie cultivada se aproxima a las 1.600 hectáreas dedicadas a la producción de berries, estas pérdidas se cuentan por millones.
“Creemos que el principal dilema puede venir de la calidad de la planta madre proveniente de los viveros de altura, donde la elección y la sobrepropagación pueda ser uno de los motivos. Además, la sequía y la falta de lluvias antes del arranque de los plantones han perjudicado su condición”, comenta Manuel Alfaro. “A esto se le suma el incremento en el precio de los plantones, especialmente el de algunas variedades con royalty”.
“La actual escasez de precipitaciones en Huelva también está adquiriendo un carácter preocupante, y está afectando a toda nuestra producción. Estamos teniendo restricciones de agua, ya se nos ha recortado un 25% la dotación de agua para riego de las diferentes comunidades de regantes y tememos, que, si no llueve, puede haber restricciones mayores y que disminuya considerablemente la producción”, reitera con suma preocupación. A ello se le suma el incremento de los insumos, provocando la subida de los costes; no solo de la energía y del gasoil, sino también de todo el material de embalaje como cajas de madera y cartón, tarrinas, tapas, etc., que ha visto incrementado su precio en casi un 50% si lo comparamos con la campaña 2020.
“Además, existe la problemática de la desinfección de los suelos, prohibida actualmente en nuestro país, mientras que, en otros países de la Unión Europa como Portugal, pueden seguir realizando las desinfecciones químicas con vía libre. Esto dificulta la competitividad de nuestros productos, no siendo similar las condiciones y la norma para todos los países miembros de la UE”, remarca Manuel Alfaro.
“Por último y no menos importante, cabe recalcar la competencia persistente entre España y nuestro país vecino, Marruecos, donde las condiciones y labores de plantación, manipulación y confección no son equiparables con las de España. Principalmente, por el bajo coste salarial de los empleados, pero también por las exigencias que se le imponen a los agricultores españoles respecto a los marroquíes”.
“Y no quiero ser más pesimista, pero si esto sigue así, y desgraciadamente sigue sin haber agua, vamos a caer esta campaña en un pozo sin fondo en el que ya nos estamos metiendo”.
Para más información:
Fruta de Andalucía
C/ Paraguay,16
21800 Moguer, Huelva (España)
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