Según indicó el Ministro de Agricultura, Luis Planas, podría verse un cambio de tendencia en el precio de los alimentos desde enero de 2021, cuando podrían empezar a bajar "de forma significativa", mientras espera que lo que resta de 2022 -–con la Navidad a las puertas– los precios "se estabilicen".
El ministro ha incidido en que el encarecimiento experimentado se debe a las consecuencias de la guerra en Ucrania por la subida de los precios de la energía y otros insumos, y al efecto de la sequía y de las altas temperaturas en la reducción de las cosechas. En todo caso, ha remarcado que el dato del IPC alimentario conocido ayer hay que encuadrarlo dentro de "un problema de costes" y no de "márgenes empresariales" por lo que la reformada Ley de la Cadena está "funcionando de forma correcta, con transparencia y equilibrio".
No obstante, ante este escenario inflacionista, Planas ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de "todos los actores de la cadena alimentaria y especialmente a los que "tienen más peso" dentro de la misma para que den el paso en el sentido de intentar limitar las subidas de los precios a los consumidores".
El sector del gran consumo, por su parte, ve "imposible" evitar la subida de precios de los alimentos tras reducir "mucho" sus márgenes en un año y establecer planes de contención de gastos en sus compañías, según explicaba el presidente de Aecoc, Ignacio González en su intervención en el II Foro del Gran Retail del Economista.
González ha insistido en que la situación de inflación, que ya se alarga durante un año, es ya "una crisis de consumo" en la que el sector no "se siente cómodo", ni se "está beneficiando" pues es una "víctima más".
"La cadena de valor no puede seguir soportando la escalada de costes", ha lamentado González, tras vaticinar un final de ejercicio y una Navidad complicada.
Fuente: efeagro.com