"El pomelo siempre ha sido un producto inestable en el mercado europeo, con unas ventas en tendencia gradual a la baja, a un ritmo anual de entre el 2 y el 3 por ciento. Y en los dos últimos años, el consumo se ha desplomado un 10 por ciento". Con estas palabras comienza Oron Ziv, de la exportadora hortofrutícola israelí BeFresh Europe, su entrevista con FreshPlaza sobre el panorama no demasiado halagüeño de este miembro de la familia de los cítricos. "Es un poco como un enigma, y si a eso se le añade la férrea competencia turca y española, las cosas se nos están complicando verdaderamente".
Haz clic aquí para ver el reportaje fotográfico completo
Muchos pomelos se destinan también a la industria zumera, donde los productores suelen obtener buenos precios. La situación del mercado mundial es la que determina esos precios. "Por tanto, es el precio mínimo que tenemos que poner sobre la mesa, algo que no hicimos el año pasado", explica Oron. Aun así, la rentabilidad de los productores de pomelo israelíes no siempre está garantizada tampoco, y algunos se preguntan si no sería mejor arrancar sus árboles y sustituirlos por cultivos más rentables.
El pomelo es fácil de cultivar, pero la superficie va en descenso
"Quienes perseveran, temen que continúe la tendencia a la baja de la demanda. Y quienes deciden plantar otra variedad frutal, a menudo tienen que esperar años hasta que el nuevo cultivo entra en plena producción. Con todo, en los próximos años, creo que algunos productores, sobre todo los que tiene parcelas en zonas no tan buenas para el cultivo por la falta de agua, por ejemplo, seguirán arrancando sus árboles".
Aun así, el pomelo es fácil de cultivar y alcanza buenos rendimientos por hectárea, en especial en comparación con las variedades de pelado fácil. Según Oron, los productores de Israel pueden cosechar de 70 a 80 toneladas por hectárea; con las variedades de pelado fácil, llegar a 30 ya se considera un éxito. "Procuramos que la mayor parte de nuestros pomelos destinados a Europa acaben en los programas del retail, pero, a veces, algunos llegan al mercado spot. Al fin y al cabo, tenemos obligaciones con nuestros productores. Nuestro trabajo es encontrar siempre un mercado para la fruta disponible", explica.
Cifras de exportación
"Florida apenas envía ya pomelo a Europa y México preferiría concentrarse en los mercados que comercian en dólares. A principios de octubre, nos fue bien en el mercado europeo durante unas semanas. Pero luego, Sudáfrica, que había encontrado algunas existencias, y España, muy al inicio de su temporada, hicieron algunos envíos atraídos por los buenos precios. Por lo tanto, ese resurgimiento duró poco y la demanda volvió a caer a partir de entonces. Diciembre, habitualmente, no es un buen mes para el pomelo; no es un producto típico de la Navidad".
Las cifras de Faostat muestran que, en 2020, con 244.334 toneladas, Sudáfrica fue la mayor exportadora de pomelo del mundo, seguida por China (203.882 t) y Turquía (184.393 t). Con exportaciones de 73.138 t, 65097 t y 55.453 t, respectivamente, Israel, España y EE. UU. ocupan los puestos 4, 5 y 6. Pueden mencionarse cuatro países más de cierta importancia –que exportan entre 10.000 y 25.000 toneladas–: Egipto, Tailandia, Vietnam y México. Evidentemente, en comparación con las naranjas o los limones, el pomelo no es un producto de exportación tan importante. En 2020, se vendieron en el mercado internacional 7.715.527 t de naranjas y 4.024.561 t de limones, mientras que solo fueron 1.189.238 t de pomelo.
Séquel fuerte
Oron no está del todo insatisfecho con los precios del pomelo. "No son malos, pero tampoco es que sean fantásticos. Y aunque los costes de la logística han bajado levemente, siguen muy por encima de los de hace dos o tres años".
"Si a eso le añadimos la fuerte moneda de Israel, resulta evidente que exportar no es una empresa fácil. Se reduce a encontrar retailers dispuestos a pagar un poco más por nuestra calidad. Por eso estamos tratando de ampliar nuestros horizontes un poco y buscamos oportunidades en Extremo Oriente".
"Corea del Sur es un buen mercado, China no tanto. Eso se debe a los retrasos en la llegada de la fruta y en las dificultades para llevarla al mercado por los problemas derivados de la pandemia. Si el pomelo llega después de 70 o 75 días en lugar de 40, su calidad ya no es óptima. El año pasado perdimos mucho dinero allí. Nuestros colegas tuvieron el mismo problema, al igual que los exportadores sudafricanos que llegaron al mercado chino después de nosotros", subraya.
BeFresh también envía algo de producto a Singapur y Hong Kong, pero en pequeños volúmenes, puesto que, según Ziv, todo el mundo está tratando de penetrar en esos mercados. "Al fin y al cabo, no demandan tratamiento de frío. Las exportaciones son fáciles, pero los precios no son fantásticos. También, en teoría, es posible enviar un buque frigorífico convencional con una capacidad de 5.000 palés fletado por otra empresa a Japón todos los años. Normalmente, la mitad de la carga son Sweeties y la otra mitad, pomelos. Este año, ese barco no ha zarpado; el precio de flete superior a 2 millones de dólares lo evitó. Ahora mismo, muchos Sweeties se quedan en los árboles. Por suerte, los rendimientos son algo inferiores, y esperamos que el mercado mejore en enero".
El auge de Turquía
De acuerdo con Oron, el pomelo turco no puede competir en sabor con el producto israelí. Aun así, cabe preguntarse durante cuánto tiempo seguirán prefiriendo los retailers europeos la fruta más sabrosa pero más cara. "Hace diez años, esas tiendas tenían a la venta mayormente pomelo de Florida, y el producto de Israel solo podía beneficiarse de una brecha al inicio y al final de la temporada del hemisferio norte. Después, de repente, una caja de pomelo de Florida comenzó a costar 30 o 35 €, y nosotros pudimos acceder también a la sección intermedia. No obstante, en Europa, el pomelo español sigue teniendo la ventaja de que está considerado un producto local".
La debilidad de la lira de Turquía supone que, en teoría, sea un país con abundancia de oportunidades en Europa, señala Oron. No obstante, en la actualidad, su disponibilidad también es limitada y está enviando mucho menos a Rusia y a Extremo Oriente. Así, parece que las cosas están cambiando sensiblemente. "Ya hemos tenido que ceder el mercado italiano, donde solíamos ser fuertes, a Turquía y España", asegura Oron.
La Minneola también tiene dificultades
Los productores afiliados de BeFresh Europe ya cosecharon las primeras Minneola –un híbrido de pomelo y mandarina– en torno al 20 de noviembre. Pero encontrar manos suficientes fue difícil. "Eso sumado al problema del coste de la mano de obra, por supuesto. Y, recientemente, por motivos de seguridad, se cerró durante unos días un cruce fronterizo a una zona donde viven muchos cosechadores, por lo que la recolección tuvo que parar".
La Minneola, un producto de nicho, también está perdiendo algo de terreno, incluso en los retailers holandeses y belgas, donde tenía una demanda tremenda. "Al fin y al cabo, no hay tantas, y no hay manera de que se puedan suministrar todo el año. Después de nuestra temporada, hay algunas de EE. UU. y, más tarde, de Perú, pero ya está. Hay demasiados vacíos en la oferta. Ya no se hace ninguna promoción cuando, de pronto, piden diez camiones a la semana en lugar de los uno o dos habituales", explica el exportador israelí.
"Aquí en Israel, la superficie de Minneola también está menguando, el cultivo se concentra en un solo valle. En el centro de Israel, la mayoría de las parcelas se han arrancado porque las condiciones de crecimiento no son las ideales y se precisa mucha pulverización. Además, es una fruta delicada; si llueve en exceso, la cosecha no prospera. Las exportaciones israelíes no superan las 2.500-3.000 toneladas, mientras que, hasta hace diez o quince años, se exportaba diez veces más".
El mercado ruso sigue siendo importante
Con BeFresh Russia, el grupo cuenta con una empresa especializada en el mercado ruso. "BeFresh Russia y BeFresh Europe operan de forma independiente, pero cuando vamos al mercado ruso, evidentemente, lo hacemos a través de BeFresh Russia y viceversa. Estamos trabajando menos con Rusia, pero es un mercado importante para algunos productos, como Sweetie, que no se vende en el mercado europeo pero sí en Rusia. Y en el caso de la pampelmusa o pomelo chino, algunos calibres no se venden en otros mercados pero son bien recibidos en Rusia", añade Oron, quien explica que Rusia estuvo inaccesible en el mes posterior al estallido de la guerra. "Los buques dejaron de navegar hasta allí y aparecieron dificultades con los pagos. Pero se encontraron soluciones y ahora vuelve a haber un servicio marítimo regular a Rusia. La guerra en Ucrania es lo que más ha afectado a las exportaciones israelíes en general: encarecimiento de la energía, las materias primas y los costes logísticos".
"Aunque, naturalmente, hay algunos 'problemas'. Por ejemplo, un mes antes de que estallara la guerra, se denegó la entrada del pomelo turco al mercado ruso por algún problema. Nosotros aprovechamos la ocasión, pero justo después del inicio de la guerra, cuando varios países impusieron sanciones contra Rusia, el país suspendió muchas de sus restricciones para asegurarse el suministro de mercancías. La fruta turca volvió a inundar el mercado ruso. Nuestro pomelo, que llegó en barco en torno a esas fechas, de pronto no podía venderse una vez desembarcado", relata Oron Ziv. Con las pampelmusas, la historia fue parecida. "En los últimos años, las pampelmusas chinas han tenido prohibida la entrada al mercado ruso por cuestiones fitosanitarias. Eso nos benefició, pero ya no, pues ese mercado vuelve a estar inundado con el producto barato de China".
Amplia gama de productos de exportación
Además de cítricos, BeFresh también exporta aguacate, mango, zanahoria, apio, patatas, rábano, mucho de lo cual, por cierto, va directamente al mercado ruso. "El año pasado no pudimos vender ni un contenedor de zanahorias a Europa, así que se fueron a EE. UU. y Rusia. Este último país importa también el 90% de nuestros pimientos morrones y hasta el 100% de nuestros rábanos. Y de no ser por el mercado ruso, ya no tenemos ningún motivo para cultivar apio. Pero, en lo que a cítricos se refiere, no podemos competir con Turquía en ese mercado", reconoce Oron, que añade, eso sí, que Europa, por lo general, sigue siendo el mayor mercado para las exportaciones agrícolas y hortícolas israelíes. "Y puede que incluso nos beneficiemos de la actual situación geopolítica, incluidos los altos precios de los granos y del algodón", concluye
Haz clic aquí para ver el reportaje fotográfico completo
Para más información:
Oron Ziv
BeFresh
Tel.: +972 (0) 722 555 135 (Israel)
Email: [email protected]
www.befreshcorp.net