Las exportaciones holandesas de cebollas están bastante calmadas en este momento, pero tampoco se oye queja alguna en dicho mercado gracias a unos resultados, en general, magníficos. "Estamos al final del periodo de subastas", afirma Rinus Wisse, de Wiscomex, "y todo el mundo ha adquirido ya lo suficiente para sobrevivir las primeras semanas".
"Así pues, nadie tiene necesidad de tomar decisiones apresuradas. Llegó a temerse que faltaran volúmenes; ahora ya no, pero no todo es de suficiente calidad. De momento, eso beneficia razonablemente a los cultivadores. Aun así, podría ser que los actuales 0,30-0,35 euros sean los mejores precios que se paguen este año".
"Si nos fijamos en las cifras de exportación de hace cuatro semanas, llevamos un retraso de unas 51.000 toneladas, lo que corresponde a una superficie de entre 1.100 y 1.200 hectáreas. Lo normal sería que ese retraso se hubiera acentuado durante las últimas cuatro semanas, de las que aún no hay datos disponibles. Además, a Países Bajos llegan muchas cebollas de países vecinos, lo que hace que las cifras sean algo menos claras", dice Rinus.
"Las últimas cifras de exportación también muestran que los países que más volumen adquirieron, sobre todo europeos, compraron esas cebollas cuando no podían entrar en sus propios campos. Por desgracia, hay también muchos con motivos de una índole más estructural: el desplazamiento provocado por cebollas de otros orígenes. Lo vemos en Asia, pero también en Centroamérica, y Costa de Marfil es otro caso digno de mención".
"Hemos tenido un buen año con unos precios por las nubes que no han pasado desapercibidos en el resto del mundo. Cualquiera que haya estado prestando atención ha ampliado sus cultivos. Por eso es vital que no perdamos de vista nuestra capacidad competitiva. De lo contrario, esos altos precios volverán a pasarnos factura", explica Rinus.
"Es algo que vemos, como ya hemos informado antes, cuando las cebollas chinas se venden a 30 céntimos menos por kg en el sudeste asiático. Los productores de África occidental también obtuvieron buenos resultados de enero a junio del año pasado. Unos precios ligeramente más bajos beneficiarían nuestra posición como país exportador. Pero el mercado se autorregulará; solo hace falta que todos los eslabones del mercado, desde los cultivadores a los importadores, tomen las decisiones correctas".
"Actualmente, en los Países Bajos, las cebollas amarillas se venden a 0,45 euros los tamaños pequeños y a 0,50 euros los grandes y los extragrandes. Esos precios bajan un poco más cada semana. Las cebollas rojas son caras, pero no podía ser de otra manera tras la reducción de la superficie cultivada. Se cotizan por entre 0,50 y 0,85 euros, y espero que esos precios se mantengan, ya que otros países tampoco disponen de cantidades excesivas", concluye Einus.
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Rinus Wisse
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