A principios de la semana 39, llegaron al departamento de entrada de mercancías de la firma alemana Macoo GmbH las primeras ciruelas moldavas de la variedad Stanley. "Empezamos la temporada un poco más tarde porque aún quedaban unas pocas existencias de Macedonia. La calidad de los primeros lotes es fantástica; la fruta es dura, firme y tiene un color bonito. Sin duda, es mejor que la que había al principio de la campaña del año pasado. Casi diría que nunca antes habíamos tenido ciruelas tan bonitas procedentes de la República de Moldavia", afirma el jefe de Macoo, Marco Henschke.
En función de la calidad y el volumen disponibles, la mercancía se comercializará hasta la semana 47-48. "Tenemos planeado un contingente total de unos 850.000 kg de ciruelas, ya que con el volumen previsto inicialmente, de en torno a los 650.000 kg, no teníamos suficiente. Lo que está afectando un poco al mercado este año es el aumento de los costes de transporte. Con todo, empezamos la temporada con confianza y ya hemos podido cerrar buenos contratos", dice Henschke.
Gran demanda en el mercado alemán
Hace unos años, Macoo GmbH se convirtió en uno de los primeros en importar ciruelas moldavas a Alemania a gran escala. "Al principio tuvimos que trabajar en convencer a la gente, ya que se trataba de un producto desconocido. Hoy en día, ya hablamos de un producto consolidado en toda Alemania y compartimos el mercado con OGA-OGV y otros proveedores de Múnich. Ahora que ha terminado la campaña de la ciruela alemana, todos piden explícitamente productos de Moldavia".
En términos de volumen, el importador de Dresde afirma que las primeras semanas de ventas son tradicionalmente las más fuertes. "A partir de mediados de noviembre, la demanda se debilita un poco. En estos momentos, en los mercados mayoristas alemanes, prácticamente solo hay ciruelas moldavas. La disponibilidad de productos alemanes es muy limitada, y las frutas de Polonia y los países balcánicos desempeñan un papel meramente suplementario. Para el productor, el mercado alemán también resulta muy lucrativo".
Mayor potencial de comercialización
En consonancia con la gran demanda del mercado de exportación, los productores moldavos se dedican sobre todo al cultivo de la
variedad comercial Stanley. "Esta es la variedad de ciruela por excelencia para uso en pastelería. La vendemos exclusivamente en fresco, pero también sería adecuada para deshuesar. En el futuro, podríamos plantearnos abastecer también a este segmento del mercado. Otro factor es el elevado coste de la mano de obra en la fruticultura alemana, por lo que cada vez es más difícil cultivar fruta en este país. Por eso no descarto categóricamente que dentro de unos años haya más demanda de ciruelas moldavas a principios de año, lo que nos permitiría adelantar su comercialización".
Además de ciruelas, en Moldavia se producen muchas otras frutas, como manzanas y uvas. Esporádicamente, los mayoristas alemanes también tienen disponibilidad de estas últimas desde hace unos años. "En mi opinión, sin embargo, la uva moldava no se consolidará y seguirá siendo más bien un producto de nicho, ya que hay mucha competencia en el mercado de la uva y las variedades más demandadas en el mercado alemán no se cultivan en Moldavia. Tampoco podemos olvidar que los hábitos de consumo de uva han ido cambiando en las dos últimas décadas. En el este de Alemania, antes se comercializaban sobre todo uvas con semilla, como la Red Globe o la Italia. Hoy en día, sin embargo, más del 60% de las uvas comercializadas son de variedades sin pepitas".
Fotos: Macoo GmbH
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