La coliflor nacional predominó en la semana 40. La mayoría se vendían en paquetes de 6 unidades; solo en Hamburgo se podían adquirir también en surtidos de 8. En la ciudad hanseática, las ofertas nacionales estaban flanqueadas por algunas polacas, mientras que en Múnich no tenían rival. En Fráncfort y Colonia aparecieron lotes belgas y holandeses. En Berlín, unas pocas importaciones holandesas se unieron a las alemanas. La disponibilidad fue suficiente para satisfacer la demanda.
El interés fue desigual, y la actividad se desarrolló en consecuencia: en ocasiones, la oferta había mejorado, en otras era notablemente limitada. En consecuencia, no se podía distinguir una línea clara en los precios; se observaban tanto reducciones como aumentos. Las subidas de precios, sin embargo, fueron algo más frecuentes. En Berlín, en particular, los precios subieron en la nueva semana debido a la disminución de la disponibilidad.
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Manzanas
El surtido se presentó muy variado, con las frutas nacionales como protagonistas. Se ofrecieron numerosas variedades, siendo Elstar, Jonagold y Boskoop la base de la gama de productos. Topaz, Rubinette y Pinova adquirieron gran importancia, y también se vieron cada vez más Gala. De Italia, las principales variedades fueron Royal Gala, Granny Smith y Golden Delicious.
Peras
Como es habitual en esta época de la temporada, predominaron las importaciones italianas. Santa María, Abate Fetel y Williams Christ estuvieron en primera línea. De Turquía llegó Santa María. Del mercado nacional llegaron principalmente Conferencia, Williams Christ y Xenia. Los precios, hasta ahora bastante elevados, se mantuvieron a menudo estables.
Uvas de mesa
Las italianas Italia, Michele Palieri, Crimson Seedless y Sugraone fueron protagonistas junto a la turca Sultana. Las importaciones de Francia, España y Grecia complementaron la oferta. La demanda fue a veces buena, a veces bastante limitada. En Múnich, las Sultana y Crimson Seedless de Turquía tuvieron un fruto más bien pequeño, pero destacaron por su sabor.
Ciruelas damascenas
La temporada terminó de forma poco espectacular: las entregas se redujeron, la calidad disminuyó lentamente y no se pudo negar una cierta saturación de la clientela. Predominó la Stanley procedente de la República de Moldavia. Pocas ciruelas nacionales, así como las variedades President y Presenta, aparecieron solo esporádicamente.
Limones
El Eureka sudafricano dominó la escena. El Primofiori español llegó a veces de forma insuficiente. Los precios tendieron al alza en varias ocasiones.
Bananas
La oferta y la demanda estuvieron suficientemente equilibradas. Por lo tanto, los comerciantes rara vez tuvieron motivos para modificar sus demandas anteriores. Solo en Hamburgo se observó un aumento de los precios, ya que aquí la disponibilidad se había reducido notablemente.
Lechugas
El surtido estuvo dominado por la oferta nacional, complementada por el producto holandés y belga. Las lechugas iceberg españolas ganaron notablemente en Berlín; al ser más baratas que las de la competencia, pudieron ganar cierta cuota de mercado. En conjunto, el interés se satisfizo sin grandes esfuerzos.
Pepinos
Los pepinos nacionales dominaron sobre los holandeses. Los lotes españoles casi habían alcanzado en volumen a los belgas y marcaron la pauta en Berlín. La temporada centroeuropea entró lentamente en su recta final, con varias nuevas entregas nacionales que ya no llegaban.
Tomates
La oferta holandesa y belga dominó el mercado. Los productos italianos, turcos, polacos y nacionales desempeñaron a veces un papel más importante, otras solo secundario. La primera tanda de tomates marroquíes llegó a Múnich, con un precio similar al de la competencia belga.
Pimientos dulces
Predominaron las entradas holandesas. Lo más probable era que estuvieran flanqueadas por entregas españolas. Las importaciones turcas y polacas desempeñaron un papel limitado. La comercialización se completó con oferta belga y nacional. Las valoraciones tendieron más al alza que a la baja, ya que la oferta global fue ligeramente limitada.