Desde la Unió Llauradora i Ramadera estiman que las inclemencias meteorológicas han provocado un descenso de aproximadamente el 12% en la producción citrícola apta para la venta en la provincia de Castellón. “Tenemos una producción aproximada de unas 578.000 toneladas de fruta, pero con el pedrisco, los cítricos aptos para comercializar apenas sobrepasan las 500.000 toneladas. Ya veníamos de un aforo muy bajo, pero por causas meteorológicas los volúmenes aptos para el comercio se han ajustado todavía más”, señala el secretario general de la organización, Carles Peris.
No obstante, pese a esta merma, “estamos recolectando de manera anticipada y lo cierto es que no estamos haciendo tantos destríos como en otros años. Eso es positivo para el mercado, no se agolpará la fruta y no habrá saturación. Además, la producción citrícola en países del hemisferio norte ha bajado también, a excepción de Egipto”, subraya el secretario de la Unió.
En cuanto a cotizaciones, Peris asegura que “son superiores a las del año pasado”. De hecho, la Clemenules se mueve en una horquilla de entre 45 y 50 céntimos el kilo.
Todos estos condicionantes aportan esperanzas a los productores, especialmente a los más profesionales, señalan desde la Unió Llauradora, que no obstante lamenta el cierre de Citrics de Nules o Greenmed en Almassora. “Habrá más cierres en próximas campañas, los almacenes no manejan suficiente producción como para soportar los costes de explotación. Se ven abocados al cierre por la merma de la cosecha”, afirma Carles Peris.
Fuente: castellonaldia.elmundo.es