La codiciada temporada española de mango concluyó precipitadamente obligando a las comercializadoras a pasar a la fruta de importación bastante antes que otras campañas, en un año en el que “el mercado de importación está bastante complicado porque en general hay poco género”, explica Aldo Colella, gerente de la empresa malagueña especializada en fruta tropical Bonobo Fruit.
“Ahora mismo estamos importando mango de Brasil, con un precio bastante alto porque ahí tampoco hay mucha disponibilidad; pero como la oferta está por debajo de la demanda, no hay problemas a la hora de venderlos. En estos momentos, en los países de Europa donde comercializo la fruta, principalmente España, Francia y Bélgica, hay pocas alternativas y mucha especulación en precios”.
“Con respecto al mango de Perú, se habla de que este año será catastrófico por los fenómenos climáticos. No ha habido invierno, lo que ha hecho que la floración haya sido muy mala, y hablan de que puede haber un 80-90% menos de producción en la mayor zona productora del país, cerca de la frontera con Ecuador. Desde África aún no se tiene mucha información porque Costa de Marfil solo empezará en mayo/junio, por lo que por ahora nos estamos centrando en Brasil y en aumentar los envíos por vía aérea, aunque estamos viendo todos los orígenes y todas las variedades posibles que podamos suministrar porque el mercado mayorista, los distribuidores, las colectividades o las grandes superficies están abiertos actualmente a cualquier alternativa para tener mango”.
“De hecho, aunque el Kent es el mango que más se importa porque es el que está más aprobado por consumidores y comercios en el mercado europeo, variedades que se comercializan poco por tener mucha fibra, como los Tommy Atkins o incluso los Palmer brasileños, se están vendiendo muy bien”, comparte Aldo.
El consumo de mango ha ido creciendo en Europa y se puede encontrar oferta en el mercado durante todo el año, pero como señala Aldo, se observa un pico de consumo en otoño/invierno, al igual que ocurre en aguacate, porque en el verano el abanico de fruta producida en Europa es más amplio; por ello, los esfuerzos se centran ahora en asegurar la provisión al mercado en esta época de mayor demanda.
“En cuanto al aguacate, el año pasado fue un año off, con una campaña corta en la que a mitad de marzo todo ya había terminado. En esta campaña, a pesar de la sequía, los corredores hablan de que podría haber más fruta; hay que recordar que además de La Axarquía, están la zona de Motril y Cádiz, y también Huelva, donde se han desarrollado nuevas fincas de grandes dimensiones que están produciendo grandes volúmenes”.
“No obstante, aunque pueda haber más, porque lo complicado de este sector es que se escucha de todo, la campaña española del aguacate no es suficiente para cubrir la demanda europea y tendremos que apoyarnos en otros orígenes; en Marruecos, que está justo enfrente nuestra, y como siempre en Perú, aunque tendremos que ver qué podrá ofrecer este año”, señala Aldo.
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