La obligación de inspeccionar a la entrada en Canarias la totalidad de las papas que llegan del Reino Unido tras la reanudación de las importaciones hace tres semanas, junto con la falta de personal en los Puntos de Inspección Fronteriza (PIF), por donde es obligatorio que los contenedores con la carga pasen, está provocando un colapso de la carga en el puerto de Las Palmas y en el de Santa Cruz de Tenerife.
Las medidas fijadas por Canarias para la papa inglesa son temporales y se aplicarán “hasta que Reino Unido esté libre de la expansión de la plaga detectada en el condado de Kent”, como indicó hace unos días el consejero de Agricultura, Narvay Quintero.
Además de los controles a la llegada, en los puertos de Canarias, en origen, los productores británicos tienen que tomar una serie de medidas. Así, en el etiquetado deberá constar, además de los datos propios de la papa, la trazabilidad que permita identificar al productor y el área de producción a nivel de parcela.
También, las papas de siembra se deberán ensacar en sacos nuevos, con una capacidad máxima de 25 kilos, precintadas y etiquetadas en instalaciones habilitadas para ello. Las de consumo deberán estar en contenedores de 1,5 toneladas como máximo.
Fuente: ondafuerteventura.es