Estos días de lluvia serán determinantes para la recuperación de las reservas hídricas en buena parte de la península, y ofrecen esperanzas para la próxima campaña a los productores de ajo que en estas fechas deciden las nuevas plantaciones, tras el gran impacto de la climatología en la cosecha de este año; tanto por la sequía en la que ha sido la primavera más cálida y la segunda más seca en España desde que empezaran los registros en 1961, de acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología, como por las lluvias del verano, cuando gran parte de la producción nacional se encontraba aún en los campos concluyendo la fase de secado.
“La campaña de recolección de ajo comenzó en mayo y acabó en agosto, y en general ha sido muy difícil, con evoluciones muy malas y unos aprovechamientos muy reducidos”, explica Felipe Gómez, director general y comercial del mayor productor de ajo en Europa, Peregrin. “Lamentablemente, diría que es la peor que recuerdo en, al menos, 34 años, y hará mucho daño a los agricultores, que podrían plantearse para otros años poner variedades diferentes y hacer más ajo Spring que morado por los rendimientos obtenidos este año”.
Y es que por hectárea, el ajo morado ha dado en torno a 6 toneladas, cuando tradicionalmente está entre 9 y 10, y el rendimiento del ajo Spring ha sido de 11 toneladas frente a las 16 o 17 que da normalmente, señala Felipe.
“Los calibres han sido además más pequeños de la media obligándonos a cambiar el formato referente de los lineales. Este año un calibre de ajo morado de 45-50 mm que solía pesar 42 gramos, ha pasado a unos 36 gramos, que es síntoma del crecimiento acelerado de la planta debido al sufrimiento climático. Esto ha hecho que para hacer el mismo peso de las tradicionales mallas de 4 cabezas de ajo morado, se estén utilizando hasta 6”.
“No obstante, hay que recordar que el ajo morado español es un producto diferenciador y además único, ya que no ha sido clonado en ninguna parte del mundo. Tiene unos niveles de alicina que no posee ninguna otra variedad de ajo, que es la que le aporta su sabor, y cuenta con una vida mucho más larga que cualquier ajo blanco o Spring, cuyo valor en un lineal es mucho más inferior”, recuerda el director general y comercial de la firma socia fundadora de la IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras.
“Este año, pese al menor calibre del producto, por pura necesidad y subsistencia del sector, tenemos que repercutir un precio más alto debido a que tenemos muy pocos kilos por hectárea; pero justamente por eso, el teórico beneficio lo van a tener que utilizar muchas empresas para comprar producto en el caso en el que la propia producción no sea suficiente para cumplir con sus compromisos comerciales”.
“El precio en los lineales ha subido en torno al 10%, pero la realidad es que debería subir más; confiamos en que el consumidor es consciente de que el agricultor también es persona, y puede comprender que una subida de precio es necesaria después de que los costes de producción hayan subido un 30-35% y hayamos tenido una merma de producción del 25%”.
“Esa confianza, de hecho, es la misma que nosotros desde Peregrin trasladamos a nuestros clientes, a quienes en cualquier circunstancia, como la de este año, garantizamos el suministro de ajo y el cumplimiento de nuestros programas”, remarca Felipe. “Para lograr el mejor servicio, hemos puesto en marcha un laboratorio donde hacemos el saneamiento de nuestras semillas para partir en siempre desde un material vegetal de calidad, e incluso de la mano de profesionales altamente cualificados estamos desarrollando nuestro propio ADN con el que empezaremos a trabajar dentro de poco. Nuestro objetivo es fidelizar las relaciones con nuestros clientes y nuestro compromiso con ellos no solo produciendo el mejor ajo, sino el ajo perfecto”.
Para más información:
SAT Peregrin
Paraje Barrio del Mortero S/N
04640 Pulpí, Almería (España)
Tel.: +34 950 464 111
https://peregrin.es