La campaña de granada Mollar de Elche vuelve a recuperar los volúmenes de una campaña normal, aunque debido a los efectos de la climatología, predominan los calibres pequeños y habrá alrededor de un 30% más de oferta de segundas categorías o destinada a la industria del procesado.
"El caluroso verano y otoño, así como la prolongada sequía, han dado como resultado una cosecha de buena calidad gustativa, pero también una abundancia de tamaños pequeños como ha ocurrido con otras frutas como los cítricos o el kaki. También ha habido una cantidad significativa de fruta quemada por el sol y que no podrá comercializarse como primeras categorías", explica Susi Bonet, del departamento comercial de la cooperativa Cambayas, ubicada en Elche.
La campaña empezó este mes y fue la semana pasada cuando se hizo el corte oficial de la mano del Consejo Regulador de la DOP Granada Mollar de Elche. "El mercado estaba muy expectante por la llegada de esta variedad al mercado, aunque también es cierto que en estas fechas converge la oferta de granada de muchos orígenes, tanto en España como de otros países mediterráneos como Turquía o Egipto, con precios más competitivos", cuenta Susi Bonet.
"Por tanto, las ventas son más bien lentas en estos momentos", indica. "Si bien los supermercados son más flexibles ante la presencia predominante de calibres pequeños, los mercados mayoristas tradicionales son más reticentes, aunque la verdad es que las granadas grandes escasean este año y son lógicamente más caras. En general, los precios son ajustados.
Cambayas produce y comercializa alrededor de 5 millones anuales de granada Mollar de Elche, con disponibilidad hasta finales de enero, unos 2 millones de kilos de granada Valenciana en torno a 2 millones de kilos de la temprana y roja Acco y, en menor medida, Wonderful.
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Susi Bonet
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