El Fusarium es un hongo que tiende a infectar la lechuga (sobre todo la iceberg) en varias partes del mundo. En Arizona, la enfermedad existe desde 2001. Aunque al principio se limitó a un campo, desde entonces se ha extendido por las zonas de producción de lechuga del suroeste de EE. UU. El problema es que se propaga muy fácilmente a través de las personas y la maquinaria. Ni siquiera la limpieza de la maquinaria ha detenido la propagación. "Una vez infectada la planta, el Fusarium penetra en el sistema radicular, impide que la planta absorba nutrientes o agua y provoca su muerte", explica Davie Brooks, de Greengo Seed, con sede en Yuma (Arizona). Como las plantas se ven afectadas desde el subsuelo, al principio es difícil descubrir cuáles son las plantas infectadas. La caída de hojas es el primer síntoma, y luego la planta se seca y se pone marrón. "Una vez que el campo está infectado, la única forma de revertir la situación es pulverizar productos químicos", comenta Brooks. "Sin embargo, ya no está permitido utilizar la mayoría de los productos y esta solución solo es eficaz durante unos dos años". Después, el Fusarium empieza a aparecer de nuevo.
Además de Yuma, que ofrece el 90% de la lechuga cultivada en EE. UU. en invierno, la zona de Salinas, en California, también sufre algunos problemas de Fusarium. "Aunque está más extendido en Yuma, también se está convirtiendo en un problema en Salinas", comenta Brooks. Además, la misma cepa de Fusarium, Fol:1, está afectando a la producción de lechuga en España, un importante proveedor de lechuga para Europa en invierno.
La variedad Balboa, resistente al Fusarium, al fondo, y una variedad normal afectada por el Fusarium, delante.
Las variedades resistentes al Fusarium no son perfectas
En los últimos cinco años, Greengo Seed ha trabajado en el desarrollo de variedades resistentes al Fusarium y es el segundo año que se plantan comercialmente. Desde entonces, el impacto del hongo ha disminuido. "Hemos desarrollado cuatro variedades de lechuga iceberg resistentes al Fusarium: Adrian, Balboa, Mickey y Paulie", explica Brooks. Aunque el rendimiento de estas variedades es bueno, muchos productores siguen intentando utilizar las variedades antiguas a las que están acostumbrados. "La razón principal es que las nuevas variedades no son tan adaptables como las antiguas", explica. "No son tan resistentes y su forma no es tan bonita". Además de la zona de Yuma, Greengo Seed también enviará semillas resistentes al Fusarium a España este invierno.
Variedades de lechuga iceberg Adrian y Balboa resistentes al Fusarium.
Variedades mejoradas
Sin embargo, Greengo Seed está trabajando en el desarrollo de nuevas variedades que se ajusten mejor a las que están acostumbrados los agricultores. La empresa está trabajando en 40 nuevas líneas que se asemejen más a las antiguas variedades y que tengan una mejor resistencia, además de ofrecer mayores rendimientos y alcanzar mayor tamaño. "En el plazo de un año deberíamos poder disponer de algunas variedades de lechuga iceberg y romana resistentes al Fusarium que tengan las características de las antiguas variedades", afirma Brooks.
En su búsqueda de las mejores variedades resistentes al Fusarium, Greengo Seed ha analizado más de 700 tipos diferentes de lechuga en los últimos años. La empresa ha tardado unos cinco años en desarrollar variedades de lechuga resistentes. "Pasamos de no tener nada a comercializar una variedad en cinco años". Normalmente, este proceso dura entre siete y diez años, pero Greengo Seed optó por acelerarlo seleccionando, arrancando y volviendo a plantar una variedad dos veces al año en lugar de esperar a la siguiente temporada.
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Davie Brooks
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