Si bien la empresa alemana Bauer Funken, cuyos orígenes se remontan al año 1879, inicialmente se dedicó al cultivo de lechugas y hortalizas, a principios de los años 80, el foco se puso cada vez más en el procesamiento de los productos frescos. Hoy en día, la empresa ofrece una gama de unos 1.000 artículos. "Mi padre, Georg Funken, fue pionero en el cultivo de lechugas y hortalizas. Fue uno de los primeros en cultivar lechuga Iceberg y brócoli a gran escala en la región de Baja Renania, en una época en la que estos productos apenas eran conocidos en Alemania", explica Sebastian Funken. A finales de los años 80, Bauer Funken se mudó a las instalaciones de una antigua empresa procesadora de chucrut, desde donde empezó a desarrollar su gama.
Alisa Flick, de foodij, con Alicia Cramer y Georg Funken, de Bauer Funken, en la feria Anuga de 2023.
Buenas condiciones de cultivo
"Tenemos la suerte de que la zona de la localidad de Kempen tiene un suelo extremadamente fértil, donde el cultivo de lechugas y hortalizas prospera. Adquirimos la materia prima directamente en la región. Es importante mantener las rutas lo más cortas posible para asegurar la frescura de los productos a la hora de procesarlos", destaca Funken. "Tenemos a nuestra disposición 35 vehículos frigoríficos propios, con los que entregamos los productos finales en todo el estado federado de Renania del Norte-Westfalia. También trabajamos con diferentes empresas de transporte, que distribuyen nuestros productos en todo el país".
Aunque el interés por los productos de IV gama ciertamente ha aumentado en los últimos años, todavía hay mucho potencial de mejora. "Nuestros principales compradores son hospitales, comedores y mayoristas. También estamos presentes en el retail, pero más con productos para llevar como sándwiches, wraps, ensaladas y macedonias de frutas".
Baja disponibilidad de las materias primas debido al clima
A pesar de las buenas condiciones generales en Kempen, este año la empresa se enfrentó a cuellos de botella en el suministro de algunos productos. "Tuvimos dificultades para conseguir materias primas en toda la gama de productos. Debido a la lluvia, hubo problemas con el cultivo de rúcula en verano. Actualmente es difícil conseguir tomates", dice Funken. Bauer Funken también cuenta con la certificación ecológica. Sin embargo, la demanda de productos precortados ecológicos en el foodservice es muy baja, entre otras cosas debido a la disponibilidad muy fluctuante de materias primas. "Nuestro objetivo es apostar por productos de calidad y de cultivo local".
Además de productos regionales, la empresa ofrece productos importados, que se suministran a petición de los clientes. "En invierno recibimos lechugas de España, Italia y Francia, países con los que tenemos colaboraciones desde hace 20 años y con los que siempre hemos tenido una estrecha relación de confianza. No obstante, más del 65% de los productos que procesamos proceden de la región".
Lavado de la mezcla de lechugas.
Nuevos retos: los peajes y los impuestos al CO₂
Incluso una empresa de éxito como Bauer Funken no es inmune a los aumentos de costes. "El aumento de los precios de las materias primas, de la mano de obra y de los costes de transporte obliga a hacer algunos cambios. Pasará algún tiempo antes de que podamos repercutir la subida de los costes. Con los peajes y el aumento del impuesto sobre el CO₂ en el transporte, los próximos retos ya se están anunciando. Gran parte de estos costes la tendremos que asumir nosotros mismos. No obstante, estamos abiertos a incluir nuevos productos en nuestra gama. Estamos atentos al mercado y optimizamos constantemente el surtido".
Para más información:
Sebastian Funken
H. Funken GmbH & Co. KG
Industriering Ost 91
47906 Kempen (Alemania)
Tel.: +49 21 52 - 914 99 0
[email protected]
https://www.bauerfunken.de